miércoles, diciembre 17, 2003

Copas de yate!
1
Todos los devoradores de películas tenemos también nuestro corazoncito, un estado del alma muy personal donde nuestros ojos van guardando películas que de lo contrario tendrían muy difícil acomodo en los rectilíneos anaqueles de nuestro educado y docto gusto. Películas que... lo reconocemos, no son redondas ni perfectas obras maestras desde el punto de vista del forjado personal criterio.
Son películas que simplemente nos gustan.... No sabemos por qué. Peliculas que nos llaman en la noche con una voz muy familiar, que ya hemos escuchado antes.
En mi caso 'Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto' es una de ellas.

2
Me alegro mucho de que a mi amigo F.S. también le guste.
Compartiendo mesa y mantel en una cena y poco antes de subirse al escenario del Honky para convertir el Manzanares, a golpes de su guitarra eléctrica, en un afluente más por la izquierda del Mississipí, acabamos hablando de 'Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto'. Me citó su largo título deseando terminar, como si ya estuviera escuchando mi 'no la conozco' por respuesta.
El también se alegró de que a mi me gustara.
Hablamos de que era una de las pocas películas de Andy Garcia que merecían la pena, que Christopher Walken estaba espléndido, de Steve Buscemi y de Treat Williams. Nos reímos con la palabra 'alforfones', hicimos alguna rima previsible y continuamos cenando no sin antes desearnos 'copas de yate'.
No teorizamos.

3
A los que no han visto la película les diré que desear 'copas de yate' es una forma de desear tus mejores deseos a un amigo.
Imaginad.
Ya lo habeis conseguido! Todo ha salido bien. Estais a salvo y descansais bajo el cielo azul, mecidos por un mar en calma que os contagia su tranquilidad. Las preocupaciones y problemas han quedado más al Norte, abandonadas en cualquier sucio callejón de una ciudad fría y gris. Es entonces cuando las copas saben mejor.
Son las copas de yate y no todos viven lo suficiente como para tener la oportunidad de tomarlas.
Pero éso no importa, se vive para intentarlo.

4
El punto de encuentro para los admiradores de 'Casablanca' es desde hace mucho tiempo un lugar atestado.
Admirar una obra maestra es fácil, su talento siempre está concentrado en torno a la media aritmética de la estética. Incluso, el acuerdo en las bondades de ésta u otra película acaba siendo un acto social de asentimiento en el que el aprecio por la obra en sí se pierde. Lo que queremos es gustar, ser aceptados y encajar. Si mentimos y decimos que nos gustan, todos nos creen. Nunca hay problema.
Lo difícil es coincidir en uno de esos pequeños milagros.
Toparse con un amigo en medio de un desierto lugar que nadie visita. Quizá por eso existe la amistad, por esos encuentros en aislados lugares del espíritu.

5
Como se que todos vosotros estais tramando algo, que teneis un plan para salir adelante y que, de funcionar, podréis retiraros, aceptad mis buenos deseos. Para todos vosotros: ¡¡copas de yate!!!

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