jueves, enero 20, 2005

No se si ya he escrito en algún momento sobre este tema.
No lo recuerdo y tampoco me importa mucho repetirme porque cuando escribo ésto albergo la nada secreta esperanza de que nadie vaya a leerlo.

Como estaba escribiendo, desconozco si ya he tocado este tema en algún otro momento pero la definición de locura que más me gusta de todas las que he léido no aparece en ningún tratado científico o académico sino en una pequeña poesía.

El texto en cuestión forma parte de las "Crónicas de motel" de Sam Shepard y viene a sugerir que la locura es la forma más extrema de sinceridad. Un no poder o no querer ocultar la enorme distancia que separa al loco en su apartada isla del inmenso continente de normalidad en el que los demás se encuentran.

La locura es una aberración estadística alejada de los grandes números de la normalidad, una excepción que hace daño a quién la siente única y exclusivamente por dotarle de unas reglas y un código diferente para jugar a un juego -el de la vida- que todos los demás jugamos compartiendo las mismas reglas y los mismos códigos.

Todas las mañanas me cruzo con un loco en el metro. Escucha una radio a todo volumen y con un entusiasmo no exento de talento canta las canciones que incansables emiten los altavoces. Siempre me ha parecido alegre, siempre me ha parecido loco.

La distancia que le separa de mi y del resto de cuerdos que sabemos que no debemos/podemos cantar en el metro le importa un carajo.

Su sinceridad me conmueve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario