jueves, mayo 26, 2005

Liverpool 3 - Milan 3

Es cierto que el entrenador modificó el dibujo táctico del equipo. En el intermedio decidió cambiar un lateral por un mediocampista, así el brasileño Kaká dejaría de estar libre para seguir armando el taco en el centro del campo.
Pero, por aquel aquel entonces, el Milan ya tenía tres goles de ventaja.

Es cierto que Benítez pasó a jugar con tres defensas confiando al alemán Hamann la tarea de sujetar el brasileño, pero hubo algo más....
Yo lo ví sobre el campo
¿Tuviste tú la misma suerte?

Era un afilado relámpago de rebeldía.
La firme voluntad de no resignarse a un destino que parecía estar escrito para los Reds.
Un bendito trueno de determinación.

Fuerza de voluntad, mentalidad, carácter y por debajo galopando el corazón.

Ante esa catársis el frio cálculo de los italianos se resquebrajó cual fina película de hielo.
La especulación acabó echa añicos bajo los pies de Alonso, Hypia, Smicer, Riise, Carragher, Dudek y, sobre todo, Gerrard, su gran capitán.

Fuerza de voluntad, mentalidad, carácter y por debajo galopando el corazón.

Yo lo vi.
Fue un milagro.
El destino no les alcanzó.

Las leyendas se escriben así, contra todo riesgo, sin frenos y a favor del viento de la épica, en seis minutos.
You'll never walk alone

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