martes, junio 28, 2005

ANTROPOLOGÍA POLÍTICA

Leo en El Mundo...
"El líder del BNG, Anxo Quintana, ha asegurado que no habrá "ni exigencias ni condiciones" para pactar con los socialistas el nuevo gobierno de la Xunta. Ha advertido al ejecutivo central que "nadie puede pensar que Galicia va a salir barata", que van a reclamar la "deuda histórica" que España tiene con esta comunidad y que "el nuevo Estatuto debe ser ambicioso, no una 'reformiña'". "

El desastre de la política española es el desastre de sus políticos.
La ostentación de la contradicción es una de sus principales armas.

Recuerdo lo recién leído...Ni exigencias ni condiciones, pero el estatuto debe ser ambicioso y Galicia no va a salir barata.
Faltaría más.
Piensa como nosotros y acertarás. Entonces ya no habrá lugar para las exigencias y las condiciones. Tendremos la misma voz... la mía por supuesto.

Interesante (y un poco fascista) planteamiento.
(Hay tantos fascistas en la izquierda como en la derecha, la única diferencia es que los de la izquierda aún no lo saben.
Simplemente, racionalizan. Descartan cualquier otra posibilidad todos los días, todas las horas y en todo momento. )

Las exigencias y condiciones no son malas por sí mismas.
No tiene por qué haber acuerdo.
La negociación une a los afines y separa a los opuestos.
La principal e invariable consecuencia de cualquier negociación es que sólo puede haber acuerdo entre los que son verderamente afines.
La afinidad se encuentra -o no- al final del camino.
Lo demás, la convivencia entre los opuestos, es una cuestión de tolerancia y respeto entre ellos.

El problema es tener que ponerse de acuerdo por narices, por coger el tren del poder.
Buscar la finidad a todo modo.
La política como el arte de lo (im)posible.

Me gusta creer que hay gente incapaz de negociarlo todo.
Quiero pensar que aún existen la ética y la moral, el punto de vista, los axiomas y los planteamientos.

Mi fracaso me mira y se sonríe.

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