lunes, febrero 20, 2006

Las inquietudes me preceden.
Corren demasiado rápido.

Los libros para leer se me acumulan.
Cada semana llega un libro nuevo a mi casa.

Mi tiempo no es el suyo.

Jamás terminaré con esta lectura interminable.
Un día moriré
y serán muchos los libros que queden sin abrir sobre mi mesa.

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