martes, junio 12, 2007

MAJOR DUNDEE

Los personajes de Peckinpah siempre están en conflicto consigo mismos y también con el mundo.

Nunca pueden ganar.

Su individualismo a ultranza les lleva a ir mucho más lejos de donde el buen sentido aconseja detenerse y contemporizar.

No pueden parar y no pueden hacerlo porque no pueden dejar de ser ellos mismos y ese ser ellos mismos consiste en explorar los propios límites.

Son un circulo vicioso, una paradoja andante que siempre se busca en otro lugar, en otra parte porque nunca están donde quisieran estar.

Sin afectación, pero románticos, siempre hay algo que les atrae en el más adelante y hacia allí se dirigen con la determinación con la que una polilla busca la llama.

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