miércoles, diciembre 26, 2007

LA BRÚJULA DORADA

Se trata de una entretenida muestra de cine comercial que en absoluto dejará insatisfecho a todo aquel que sólo busque pasar un buen rato con niños o sin ellos.

La historia es una de esas narraciones en las que un héroe tiene que salvar a todo un mundo de un importante peligro. El héroe es una niña llamada Lyra Belacqua y el importante peligro está encarnado por una organización llamada Magisterio.

La película ha venido precedida de la clásica polémica de marketing que permite a un producto de cuyas cualidaes intrínsecas se duda impulsarse con ayuda del debate social... aunque -y como todos hemos comprobado alguna vez escuchando a los demás- no hace falta experimentar las cosas por uno mismo para opinar. En este caso se asociaba al Magisterio con la Iglesia Católica... En fin... Demasiado fácil. Después de todo, las actitudes oscurantistas y controladoras son bastante comunes en todas las organizaciones empezando por el Club de fans de Michael Jackson pasando por cualquier partido político y terminando en la propia iglesia católica, pervivencia decadente de otros tiempos.

Tengo que confesar que por ahí la película no me ha "pillado", pero otras cosas sí me han fascinado.

Por un lado, el hecho de que en toda esta clase de relatos cuasi-míticos las filas de los héroes siempre se nutren de los heterodoxos que regresan de los propios laberintos en que se encuentran encerrados para instaurar una nueva ortodoxia que otros, los ortodoxos, se encargarán de administrar hasta la nueva crisis.

Interesante.

Quizá sean los heterodoxos, los distintos y diferentes, los agentes encargados de desencadenar el cambio. Y una vez que este se produce ya no son precisos y vuelven a ser deterrados por los nuevos y formales hombres que se encargaran de administrar ese orden nuevo.

Después de todo, lo suyo no es obedecer las normas sino hacer todo lo posible instaurarlas.

Su función es decir y hacer cosas nuevas y diferentes. Y aparecen cuando la necesidad de una diferencia resulta patente porque el viejo orden establecido resulta insatisfactorio en algún aspecto esencial y clave.

En este sentido, y en este relato, tenemos un hada enamorada de un mortal, un oso acorazado en busca del reino del cual ha sido deterrado, un vaquero que navega los aires, ... Me gusta la panda
Los diferentes crean mundos que los iguales disfrutan y administran.

También resulta un hallazgo el tema de los DIMON. Animales que son la encarnación física del alma del ser humano a quién acompañan durante toda su vida.

Me pregunto cuál sería el mío.

Por último, el mundo en que esos personajes es un espectáculo fascinante, una cuajada fantasía tecnológica que parece nacida de la imaginación del mejor Julio Verne.

Bastantes alicientes para tratarse de una película navideña.

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