sábado, diciembre 29, 2007

Nunca sabe qué diablos contestar.

Cuando ella, despreocupadamente o preocupada, entre una cosa y otra o concentrada en saber, le pregunta por qué la quiere él nunca sabe qué diablos contestar.

Después de todo, la manzana tampoco sabe por qué diablos cae al suelo cuando ella la deja caer.

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