domingo, junio 01, 2008

LA NIEBLA

No es "La Niebla" una película que te deje con una sonrisa en los labios... Más bien todo lo contrario. Porque "La Niebla", con toda la profundidad que permite un producto cinematográfico hollywoodense -hecho para ser vendido-, toca ciertos aspectos que están más allá de esa línea de sombra que tan bien sabía trazar el genial Joseph Conrad.

Encerrados y aislados en un supermercado, un grupo de personas del más variado tipo tendrán que enfrentarse a una niebla que encierra en su espeso seno afiladas gargantas dispuestas a devorarles. Sometidos a esta estresante situación, potencialmente mortal para todos ellos, cada personaje tendrá tiempo y oportunidad para cruzar esa línea de sombra que les separa de su lado más oscuro.

Poco a poco, lo racional, lo cultural, incluso lo grupal irá desmoronandose abatido por los embates del animal asustado que ve en peligro su propia vida. De la incredulidad se llegará al horror, pasando por el pánico generando situaciones que traen consigo una única posible reflexión... Los monstruos no sólo están fuera, también están dentro del supermercado.

El hombre reducido a su mínima expresión de animal asustado que lucha por su supervivencia, golpeando una y otra vez, como una mosca, las transparentes paredes de su propia consciencia en busca de una salida en forma de respuesta convincente.

El horror, sus estragos y, en definitiva, la aparición del animal humano.

Frank Darabont, cuyo destino cinematográfico parece estar ligado a los textos de Stephen King, vuelve a escribir y dirigir una historia fascinante... Quizá, el lado oscuro de su impresionante "Cadena perpetua". Puesto que si ésta nos hablaba de lo constructivo que hay en una ciega voluntad de esperanza mantenida contra el tiempo y las circunstancias, "La niebla" nos habla del destructivo daño que pueden hacer sobre el ser humano el miedo elevado a su máxima expresión... Y sólo por eso es digna de ver.

En este sentido, en "La Niebla" no hay ni un átomo de la esperanza que se derramaba por cada plano de "Cadena perpetua" y quizá este sea uno de los aspectos más demoledores de una película que en absoluto se preocupa de parecer hermosa o atractiva al espectador.

Por lo demás, y como película, "La niebla" es un constante crescendo narrativo hacia la desesperanza y la tensión que, por si a estas alturas fuera necesario, habla muy bien de las capacidades de Darabont como director y guionista.

Una película que sorprenderá al espectador, como me sorprendió a mi, porque no esperaba que llegara tan lejos.

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