martes, octubre 14, 2008

BURN AFTER READING
Para mi gusto, lo más divertido de la última película de los Hermanos Cohen son las dos escenas en las que un subordinado intenta explicar a su superior de la CIA la endiablada intriga que estan vigilando en las calles de Washington. Y es en estas dos secuencias donde la película encuentra su sentido.
"Burn after reading" es un intento de comedia rápida, "slapstick", algunos de cuyos referentes pueden ser "El mundo está loco, loco, loco" de Stanley Donen, "La fiera de mi niña" de Howard Hawks o "¿Qué me pasa doctor?" de Peter Bogdanovich. En todas ellas, hay un personaje -generalmente un juez- que, ante las carcajadas del espectador, intenta digerir el relato de la situación que ha venido sucediendo durante la película. En todas ellas, una serie de personajes, van y vienen, entrecruzan sus destinos persiguiendo aquello que para cada uno de ellos se ha convertido en imprescindible y esencial... Pero los resultados son desiguales. No están a la altura.
A mi entender la película adolece del ritmo preciso. Se desliza con la taimada lentitud de un drama de espionaje, cuando debiera correr a la despendolada velocidad de la locura sin sentido que pretende ser.
La principal consecuencia es que los chistes y las situaciones se diluyen. Lo que debiera ser carcajada se convierte en sonrisa en tanto lo que debiera ser una sonrisa se convierte en silencio.... seguramente aprobador, pero en definitiva silencio.
Los géneros tienen sus claves por algo. "Burn after reading" es un buen ejemplo de ello.
No obstante, la película no es despreciable en absoluto. Hay buenos actores, momentos divertidos (algunos realmente graciosos) y es lo suficientemente corta en duración como para no tengamos tiempo de aburrirnos. Yo, en algunos momentos, estuve a punto.

2 comentarios:

  1. pero creo que estabas predispuesto, querido Carlos

    ResponderEliminar
  2. Pero objetivamente también lo es. Sobre todo por el compartamiento del resto del público en la sesión donde estuve.
    Y además soy un tipo razonable, siempre dispuesto a cambiar de opinión si es por una buena causa...

    ResponderEliminar