jueves, octubre 16, 2008

















LOST

Sencillamente, no pude parar.

Me acosté a las tres de la mañana, pero terminé de ver la tercera temporada de "Lost".

La segunda temporada fue, a mi entender, una decepción con respecto a las grandes promesas que presentó esta serie en su primer año de emisión. La historia apenas progresaba y uno tenía la impresión que, en el segundo año, seguía sabiendo las mismas cosas que en el primero. El resultado fue mi distanciamiento con respecto de una serie de la que había sido ferviente defensor.

En esta tercera tiene toda la pinta de que los creadores de la serie decidieron enmendar su error. Se han dejado de tanto "flash back" en la vida de los personajes y han preferido avanzar un poco más en las proteicas profundidades que la isla puede ofrecer, produciendo un apasionante resultado narrativo, lleno de intriga y misterio, pero también de emoción en todos los sentidos de la palabra.

Ahora sabemos un poco más de los otros y de su historia, del proyecto Dharma y de su dramático final... Sabemos un poco más, pero, y en realidad, seguimos sin saber nada. Difícil combinación que, sin embargo, los creadores de la historia consiguen cuadrar para goce del espectador de una forma asombrosa.

Y este es, sin lugar a dudas, el principal atractivo de la serie como concepto. El misterio como entorno, el misterio como forma de vida.

Find yourself lost, dice el claim.

Absolutamente.

Y para variar con respecto al misterio que nos atrapa todos los días, perdido en esa paradiasiaca isla donde todos los infiernos parecen tener la misma posibilidad de suceder y, quizá, estén sucediendo a la vez.

¿Dónde diablos he puesto la cuarta temporada?

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