viernes, octubre 31, 2008

Sobre las declaraciones de la reina sobre los homosexuales....

"Comprendo el chasco y la indignación de las organizaciones de homosexuales. Comprendo la desolación nacional, porque esto rebasa lo tolerable. ¡Hasta aquí podíamos llegar! ¡Una reina de derechas! ¿Qué será lo próximo? ¿Un obispo antidivorcista?"
(Enric Gonzalez)
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No entiendo.
Hay miembros de ciertos colectivos que viven de sacar las cosas de quicio, que confunden el respeto por una opción con la obligatoriedad de expresar siempre una opinión favorable hacia ellos.
Se puede respetar una opción y no compartirla.
Esa es la gracia de la democracia y la convivencia... seguir conviviendo aunque no estemos de acuerdo en todo y hay ciertos individuos que sólo están dispuestos a convivir si son aceptados.

Si no hay discrepancia ni diferencia, la tolerancia y el respeto no aplican en toda esa intensidad que los convierte siempre en difíciles retos.
No tiene sentido hacer un esfuerzo por coincidir, por construir puentes y buscar acuerdos con aquellos con quienes ya coincides, con los tuyos.
El problema y el reto siempre lo plantean los otros... los monárquicos, los madridistas, los hijos, los homosexuales, los clientes, los progresistas, los del departemento de marketing, los liberales, los taxistas o las señoritas de Avinyó.

No les basta con ser respetados.
Por eso se montan estos "pollos" ridículos que se montan de cuando en cuando.
No es suficiente con el respeto, exigen la adhesión y, por supuesto, ninguna crítica es posible... porque entonces toman el todo por la parte y, con el gatillo fácil que la caracteriza, reparten titulación de, por ejemplo, homófobo.

Y, por supuesto, la otra dirección en el debate no es posible.
Exigen la adhesión pero se permiten cuestionar otros valores. Incluso hacen ostentación de su rechazo con descuidadas palabras irónicas.
En pocas palabras... Me permito cuestionar a una persona que es monárquica y heterosexual, pero no permito que cuestionen mi homosexualidad republicana.

Aceptadme, pero yo tengo mucho cuidado en aquello y a aquellos a quienes acepto... porque, y por supuesto, la verdad está de mi parte.

La ley del embudo.

Un planazo en la disneylandia de la hipocresía.

4 comentarios:

  1. Anónimo10:38 p. m.

    Si es que ya lo dijo San Lucas..."el que no está conmigo, está contra mí"

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  2. ¿Ese San Lucas pertenecía a una secta o algo así, no?

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  3. Anónimo8:23 p. m.

    No....y no seas como aquéllos que criticas.... San Lucas no estuvo muy acertado...pero no descalifica eso a toda la religión católica...

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