martes, noviembre 18, 2008

Un nuevo año se acerca,
y cruje incesante la madera bajo su creciente peso
mientras bandadas de polvo se despiertan
con el eco sordo de sus pasos.

Un nuevo año se cumple
y las inútiles sombras se precipitan en vano
mientras se tuerce la hierática expresión
de todos los silencios aún por calladamente nacer.

2 comentarios:

  1. Anónimo4:49 p. m.

    Sí, se acerca el final del año, y tu poesía también se cierra, se condensa, se hace más precisa, engranada, perfecta.

    Así valen la pena los años, ¿verdad?

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  2. Seguro que si, Lola.
    Los años que nos hacen mientras, al mismo tiempo, y con cada nuevo año, nos vamos deshaciendo. Como escribe Angel González, volviéndonos cada vez más inciertos.

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