viernes, mayo 22, 2009















El guardián de Eurovisión... perdido entre su centeno.

"Uribarri declaró que Guzmán "hizo una retransmisión muy normalita, para cubrir el expediente", pero no está molesto con eso, sino con que un recién llegado a este festival "desprecie mi trabajo y mi prestigio anunciando que no va a hacer predicciones, en un claro torpedo contra mí, y luego, de 43 canciones, haga 18 durante la retransmisión, que las he contado, tres de ellas con errores garrafales"."
Más.

Errores garrafales de predicción en Eurovisión... un concepto inquietante. No se... que los moldavos voten a los rumanos o los israelitas a los alemanes, por ejemplo.

La compleja geoestrategia eurovisiva requiere finos analistas, pero esos mismos finos analista, y en virtud de esa fineza que se les presume, deben entender que todo se acaba, que a cada puerco le llega su San Martin o, y como escuché un día en el metro, que a todo San Cipriano le llega su San Martin... Grandiosa frase cuyo significado jamás llegaré a comprender en toda su intensidad simbólica.

No se por qué, pero me imaginaba que Uribarri no iba a estar contento. La indudable irremplazabilidad del ser es lo suyo...

Pasmoso... Midiendo y contando... El verdadero programa de televisión es, será, desde ahora, Uribarri viendo Eurovisón, sorteando y anotando concienzudamente todos los torpedos claramente lanzados contra él... por el San Cipriano de turno.

Presento esta sugerencia para un nuevo reality.

2 comentarios:

  1. Ay Carlos, y quién no? quién no sigue a su enemigo con un ábaco en la mano complaciéndose con el sonido de las piezas de madera haciendo eco de un nuevo error que por ser de quién es, se convierte en IMPERDONABLE?

    Quién?
    Quizá algún sabio estoico?

    Quizá, pero sólo mientras sus manos estaban ocupadas escribiendo lo contario...

    :-) la eternamente irremplazable Lola.

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  2. Absolutamente irremplazable, diria yo!

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