domingo, agosto 30, 2009

GOOD BYE LENIN

Como hija del tiempo que es, la historia está constantemente pasando y lo hace sin contemplaciones para con aquellos que se encuentran en su interior, protagonizándola, padeciéndola. Lo que un día fue, ahora ya no es... y uno debe acostumbrarse, hacerse a la idea, adaptarse... No hay compasión para el soldado en la batalla.

"Good bye Lenin" es, por encima de todo, una película de amor... El amor que siente un hijo por una madre y que le lleva a protejer su débil corazón infartado de los rigores de la historia.

Mientras ella permanecía en coma, el muro de Berlín ha caído aplastando bajo su imponente peso toda la realidad de la República Democrática Alemana, una realidad a la que ella parece estar consagrada en cuerpo y alma.

Alexander (Daniel Brühl) hará todo lo posible por evitar al corazón de su madre el estrés de descubrir que el mundo en el que ella vivía se ha desvanecido casi por completo y, cuando la mentira resulta imposible y en una maravillosa escena ante la televisión, dibujará una emocionante transición desde el amor, buscando preservarla hasta en lo imposible de los ciegos rigores de la historia.

Maravillosa.

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