viernes, octubre 02, 2009

MADRID 2016

Teniendo en cuenta que en el 2012 van a celebrarse ya unos Juegos Olímpicos en Europa, en Londres, las probabilidades de que el COI repitiera continente eran muy escasas, por no decir inexistentes... Escribo de memoria, como siempre, pero, y si mal no recuerdo, el COI no ha repetido continente en su época moderna.

Otros competidores europeos como París se han reservado para empezar a apostar por el éxito a partir del 2020 y, de hecho, la de Madrid era la única candidatura europea.

Era una locura.

Y no sólo por el pasado reciente sino también por el futuro próximo. El sueño imposible de Madrid competía con el deseo real del COI por, en una política de gestos máximos, extender los Juegos Olímpicos a América Latina... De modo que ya sólo les quede Africa por cubrir.

Por estas dos razones era muy, muy difícil que Madrid fuera sede olímpica en el 2016... Y estas dos razones se combinan en el hecho de que la candidatura ganadora, de la ciudad de Río de Janeiro (pero en realidad de todo el estado brasileño), es una candidatura virtual, inexistente.

Hoy en día, apenas hay infraestructuras, realidades físicas que la soporten. Todo está por hacer... De lo que se deduce que había otras corazonadas en juego, más fundadas desde luego.

Río siempre fue la apuesta ganadora y había sobradas razones para, se fuera brasileño o no, creer en ella. Y lo peor de todo es que mi análisis no es nada sofisticado y brillante. Es más... Ni siquiera es una análisis. Sólo es la mera constatacion de dos obviedades.

Dicho ésto, y con todo, lo más interesante para mi heterodoxo entender es que nuestra imposible corazonada nos desnuda como el real país de jugadores que somos. Hacía falta un tonto, el COI lo necesitaba y allí estábamos nosotros, nuestros políticos sobre todo: unidos y poniendo toda la carne en el asador en la consecución de lo superfluo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario