viernes, enero 15, 2010












5-1

Es curioso, pero no me sorprende que el Atlético de Madrid haya goleado a un Huelva que tampoco estaba para muchos trotes.

Desde hace años el equipo vive en la montaña rusa de una ciclotimia maníaco depresiva que le hace pasar de lo ridículo a lo sublime para volver enseguida al punto de partida y continuar así en una interminable oscilación que acaba con la paciencia del mas entusiasmado. Como uno de esos personajes autodestructivos perdidos en su propio laberinto, el Atlético de Madrid parece vivir al margen de los valores que rigen al resto de equipos. Entregado a sus euforias y tristezas, sin terminar de entenderse ni tampoco de hacerse comprender por quienes se preocupan por él todas las semanas.

No hay termino medio... por el momento.

Ese es el reto de todos sus entrenadores... encontrar un hasta el momento imposible punto de equilibrio que haga de él un equipo de provecho y no un enloquecido beatnik que es capaz de ofrecer lo mejor y lo peor entre parpadeo y parpadeo... Incluso esta noche ha estado rozando el borde de la eliminación cuando parecía que lo tenía todo hecho.

El próximo domingo el Sporting de Gijón visita el Calderón. Y ninguno de los que acudimos al campo con una cierta regularidad estamos completamente seguros del equipo que veremos...

¿Jeckyll o Hyde?

Si nos atenemos a los precedentes no es tan fácil saberlo.

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