domingo, enero 17, 2010

Una de las principales características de este mundo de hoy en el que el mercado esta en todas partes es la confusión entre comunicación e información entendiendo la primera como la interesada información de parte que persigue el objetivo de venderse y/o vender.
Como mínimo la interesada información de parte maximiza las posibilidades y las ventajas, describe con extensión las bondades e ignora u omite los inconvenientes y como máximo miente abiertamente buscando perseguir un efecto multiplicador que redunde en la penetración del producto.

Bastante de ésto hubo en el tema de la Gripe A obviando, por un lado y casi hasta el último momento, las relaciones entre la mortalidad de esta afección y la debilidad del paciente como consecuencia de un estado de salud ya agravado. Por otro, la relación directa entre niveles de higiene y mortalidad en las zonas de Méjico donde la enfermedad afloró y finalmente la contextualización de los datos dentro de las estadísticas de mortalidad de la enfermedad que mostraban su escasa relevancia e impacto y lo hicieron siempre y en todo momento... y todavía lo demuestran.
La OMS hizo una gestión catastrofista y alarmista que, como en anteriores ocasiones, benefició a las multitudinarias farmacéuticas propietarias de las vacunas, unas vacunas que los estados ahora tienen que dar salida o comerse con patatas.
Me pregunto cual será la plaga del año que viene.

Uno de los lugares donde, por excelencia, se confunde comunicación con información es el de las Nuevas Tecnologías.
El mundo de las ideas y de los discursos sobre el futuro y sus posibilidades se ha convertido en un mercado persa en el que es difícil no perderse. Entre los expertos o gurús que se venden a sí mismos a través de la tendencia que defienden y los directores de comunicación de las empresas que apuestan por la suya propia es difícil saber dónde está ese 2% de todo lo que se dice que realmente es importante.
Las burbujas surgen virtuales por todas partes... y al final, cada cierto tiempo, las reemplazamos por otras nuevas y mirando hacia atrás decimos que tampoco era para tanto.
Me pregunto cuánto durará esa mágica web 2.0 que lo mismo vale para un roto que para un descosido, tan pronto sirve para dinamizar las organizaciones y sus procesos como para convertirse en privilegiado modo de expresión popular con evidentes conexiones políticas...

El mercado está en todas partes y un síntoma claro de esta realidad es la existencia de modas como elemento dinamizador de las conductas propias de intercambio, garantizando la constante renovación de lo que se compra y vende... O el futuro corre el riesgo de no existir porque una plaga lo compromete o, si existe, sólo puede ser de una determinada manera... Y cada cierto tiempo cambiando de plaga o de manera...

En un mar de discursos interesados, la caza de la verdadera tendencia, la que realmente estará a la altura de lo que se dice de ella, es la verdadera medida del talento de un experto... independiente por supuesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario