martes, febrero 02, 2010

Con independencia de la mejor o peor fortuna a la hora de implementar políticas por parte de los diferentes gobiernos nacionales que pongan remedio a esta crisis económica global que nos asola... Nosotros, los españoles, no hemos tenido demasiada buena suerte en el reparto... ¡Nos ha tocado Zapatero!.... Bueno... Y como escribía... Con independencia de esa fortuna, me llama la atención el poco espacio que se está dando a los agentes desencadenantes de esta situación.
Los conglomerados bancarios que el capitalismo global cada vez hace más transnacionales y más ajenos a cualquier otro designio que no sea la moral virtual del máximo beneficio están saliendo indemnes y aún cuando se empieza a publicar que la semilla de un nuevo desastre económico está siendo sembrada con nuevas y robustas ingenierías financieras que se convierten en productos que los unos se compran a los otros esperando no ser el último (y, por lo tanto, el tonto) me sorprende el silencio de tantos atildados y sesudos comentaristas de la economía global y particular, más preocupados por guiar a los gobiernos por la travesía del desierto en que ahora se encuentran, acudiendo en socorro de una economía virtual con el dinero de la economía real, que por evitar el desencadenamiento de un nuevo yermo.
Por eso creo que, y aun siendo todo importante, lo más relevante que se está haciendo últimamente son los esfuerzos de la administración Obama por controlar de algún modo a los perros avariciosos de la banca.
La visión de futuro ahí.
La irresponsabilidad del conglomerado económico internacional que es sólo fiel a su propio beneficio se ha convertido en un peligro. Imagino personas que, en su delirio, no les importa el apocalípsis con tal de tener un ático con piscina en Manhattan y creo que son reales y que los efectos de su locura neoconservadora son letales para demasiadas personas.
Difícilmente los estados podrán tapar otro agujero sin fondo y si lo hacen, cuál es el futuro... ¿un mundo de progresivas bonanzas tremendas seguidas de brutales crisis en las que la riqueza real acumulada será utilizada para tapar un profundo pozo negro y del que solo unos pocos saldrán beneficiados con plusvalías e indemnizaciones millonarias?
Propongo que todos votemos si a las medidas de control de la administración americana y también propongo la creación de una nueva disciplina jurídica, la de los crímenes económicos contra la humanidad.
El beneficio económico debe tener un límite, especialmente ahora que el terreno de juego es global y el partido se juega en todas partes.

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