sábado, mayo 22, 2010

"Sólo entonces me di cuenta de que el episodio del barco de los peregrinos era un buen punto de partida para un relato libre y vagabundo; además, era un acontecimiento que, concebiblemente, podía colorear todo "el sentimiento de la existencia" en un personaje simple y sensible... Una mañana soleada, en los vulgares contornos de un ancladero del este, vi pasar su figura –atrayente, significativa, bajo una nube– totalmente silenciosa. Y así tiene que ser. A mí me correspondía, con toda la simpatía de que era capaz, buscar palabras adecuadas para su significación. Era uno de nosotros."
(Nota del autor a Lord Jim, Joseph Conrad)

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