domingo, junio 06, 2010

Se equivoca Javier Cercas con su Puñetera Verdad, artículos como el suyo o como el que leí hace un tiempo de Andres Trapiello son precisamente lo que este país y su izquierda emocional no necesitan... y al contrario, justo, precisamente, lo que un médico de las sociedades recetaría a este país son artículos como el que Cercas critica de Joaquín Leguina.

Formalmente existía una legalidad republicana, pero bajo ella emergía un proceso revolucionario que se estaba llevando a la II República por delante. Los hechos están ahí. No hay mas que querer verlos.
Es triste si se piensa bien.
Sin un modelo global y finalista para abordar este presente nuestro, a la izquierda lo único que le queda es el mito de un república asediada y devorada en desigual batalla heroica con los perros fascistas de la guerra.
Esa memoria que en realidad es sueño es su cielo protector, el mito al que una y otra vez recurre olvidando, por ejemplo, que miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad de aquel estado asesinaron al líder de la oposición. Y si se apela a lo formal de la simple existencia para reivindicar la república, a dónde nos debe llevar la reivindicación de la existencia formal de ese hecho luctuoso.
Parafraseando a Raymond Carver, podríamos preguntarnos todos de una maldita vez de qué hablaban socialistas, comunistas y anarquistas cuando hablaban de República.

En seguida, casi sin darnos cuenta, pasarán cien años desde aquel triste 18 de julio y aún no seremos capaces como sociedad de tener un debate honesto sobre este asunto, una honestidad que sólo puede partir de un análisis crítico de cada uno de los discursos realizado, para variar, por parte de quienes los detentan y pronuncian.
No se llega a ninguna parte desde la superioridad de la propia verdad y el exclusivo cuestionamiento del otro.
Hay contradicciones para todos los gustos, de todos los colores y para todos los bandos.
Están ahí planteando el reto reto de ser descubiertas, comprendidas y asumidas desde la sinceridad moral e intelectual, obviando las hipócritas dinámicas interesadas e ignorantes de las perspectivas excesivamente políticas de un hecho que debería ser pura y simple historia.

1 comentario:

  1. muy buen comentario,
    como espanol progresista y liberal siempre me he sentido incapaz de conectar con la izquierda espanola con el tema de la guerra civil porque por desgracia todas las barbaridades que la izquierda cometio (pensaba yo mi famila de derechas exageraba) eran verdad. Triste realidad cuando uno viaja y aprende Ingles y se lee un par de tomos sobre la historia de espana escritos por extranjeros no muy amigos de franco.
    Ole por tu opinion! y por el valor de Leguina! necesitamos desprendernos de esa carga y "progresar"

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