lunes, noviembre 29, 2010

"La civilización occidental ha estado en decadencia desde los tiempos de Eduardo VII, esto es, desde 1910. Ésa fue la cumbre de la civilización grecorromana europea. Entonces vino la Primera Guerra Mundial, el comienzo del final, y desde entonces todo ha sido decadencia para Occidente. Sin embargo, desde el punto de vista triunfalista norteamericano, nuestra sorprendente revolución electrónica ha querido mostrarse como el estandarte de una maravillosa civilización. Fui invitado a un programa de televisión hace un par de años y el periodista me preguntó: “¿Qué se siente aparecer en uno de los principales medios del país? No es frecuente que los poetas lleguen a estos medios”. Era una especie de pregunta condescendiente. Respondí: “Bueno, creo que éstos son los medios más populares, la cultura popular, pero no los medios principales, que siguen siendo la alta cultura intelectual: escritores, lectores, editores, libreros, profesores, artistas, críticos de arte, poetas, novelistas, y la gente que reflexiona. Ellos son la cultura principal, aunque ustedes sean la cultura popular”. Por eso creo que estamos del lado equivocado de la revolución mundial. Lo que quiero decir con esto es que la revolución mundial es la revolución de la gente. Estamos en el lado equivocado. No estamos del lado de la gente."
(El último detective salvaje: Una entrevista con Lawrence Ferlinghetti, Jesse Tangen-Mills)

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