domingo, junio 19, 2011

HANNA

No es una película que vaya a pasar a la historia de la cinematografía, pero, y tratándose de un producto más de los que semanalmente produce el cine como industria, "Hanna" tiene su punto.

Con un ritmo trepidante y una cinematografía a veces demasiado histriónica e impostada, basada en los movimientos de cámara y el montaje, "Hanna" es una especie de cuento de Caperucita que, a diferencia de su predecesora, sale a la caza del lobo.

Protegida y entrenada desde la infancia por su padre (Eric Bana) en los bosques de Finlandia, Hanna decide un día que se encuentra preparada para cazar a ese lobo, magnificamente interpretada por una mórbida y sinuosa Cate Blanchett. Y la película describe esa caza, pero también el descubrimiento del mundo por parte de una niña de quince años que toda su vida ha vivido apartada de él.

Durante casi todo el tiempo, "Hanna" se mueve muy bien, haciendo equilibrios en ese alambre que separa una  muy antagónica contradicción: la niña que se impresiona y la niña que caza. Y en ciertos momentos la película resulta brillante, mostrando esa contradicción de manera armónica, si bien quizá la historia se demore más de lo necesario en presentar un desenlace que por las propias características de la narración se sabe inevitable.

Sobre una base de thriller convencional montada sobre el caballo de una "road movie", "Hanna" ofrece una propuesta extraña, relativamente sorprendente, que se agradece, un cuento bárbaro de inmersión en el mundo y de recuperación del propio sentido a través de la lucha y el descubrimiento.

Interesante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario