sábado, junio 04, 2011

THEY ALL LAUGHED


Tuvo su momento Peter Bogdanovich.

Ahora quizá es más conocido por interpretar al terapeuta de la terapeuta de Tony Soprano, pero Bogdanovich tuvo su momento, a finales de la década de los sesentas y principios de la década de los setentas del siglo pasado, formando parte de esa "nouvelle vague" americana de directores enamorados de las películas como Francis Ford Coppola.

Desde un punto de vista real "They all laughed" es la joya de la corona de los sonoros fracasos que el director acumuló a finales de los setentas y principios de los ochentas y que acabaron con su carrera como director importante, muchas de estas películas como "Saint Jack" son obras a recuperar, pero lo cierto es que el cine no solo es arte, también es un negocio, y Bogdanovich ya estaba marcado como perdedor por la industria, encontrando grandes dificultades para poner en marcha los proyectos y, posteriormente, distribuirlos. Recuerdo que "Saint Jack" llegó a Madrid directamente a los circuitos de reestreno en que los cines de barrio se habían reciclado y, siendo una más que estimable película, pasó completamente desapercibida... incluso para mi, en su momento.

"They all laughed" además supuso un gran desastre personal para Bogdanovich puesto que durante el rodaje la rubia Dorothy Stratten y Bogdanovich comenzaron una relación violentamente terminada por la muerte de Stratten a manos de su expareja, aspecto que también lastró el posible éxito comercial de la película....

En cualquier caso, "They all laughed" es una de esas películas que ganan con el tiempo y que resultan más hermosas conforme la mirada que las mira va envejeciendo, una melancólica y ligera visita a la emoción del amor y todas las emociones que orbitan a su alrededor, como la canción de Cole Porte que la da titulo y que el personaje que interpreta su protagonista, magníficamente interpretado por Ben Gazzara, parece escuchar constantemente en su cabeza.

Tres detectives vigilarán a dos mujeres presuntamente infieles, interpretadas por Audrey Hepburn y Dorothy Stratten por una Nueva York magníficamente fotografiada por Robby Müller, con esa capacidad suya para crear imágenes nítidas y profundas, que tan peculiar sello ha dado al cine del alemán Wim Wenders. En esa persecución, pura mirada que se esconde, dos de ellos acabarán enamorándose del objeto de su insistente mirar.

Lo he leído en Internet, y creo que es cierto, "They all laughed" conserva algo del espíritu entre intrascendente y deportivo con el que "La ronde" de Ophüls se enfrenta al deseo y al amor.

Durante la película, la amplia galería de personajes que la pueblan pasarán de una relación a otra, de la compañía a la soledad y viceversa, minimizando el peso de aquello que dejan atrás y centrándose en lo nuevo que la vida les ofrece, encogiéndose de hombros, encajando el fracaso con deportividad y continuando, entendiendo que todo parte del juego.

"It's all in the game", dice siempre que las circunstancias se lo permiten el inolvidable Omar Little en "The wire".

En definitiva, "They all laughed", como gran parte del cine del "marcado" Bogdanovich, es una película a recuperar.

Ni siquiera tiene trailer.

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