sábado, marzo 10, 2012

MARGIN CALL

Supongo que "Margin call" es un término más bonito que "apalancamiento".

Ambos son dos de los términos clave en la locura que hizo posible la caída de bancos de inversión norteamericanos como Lehmann Brothers en los comienzos financieros de esta crisis económica global.

Y lo que nos cuenta "Margin call" es el momento de la caída final, cuando los responsables de análisis de riesgos de uno de estos bancos sin nombre descubren que han ido demasiado lejos y, mucho peor, que ya es demasiado tarde.

La historia sucede en apenas dos días y fundamentalmente en la noche que los separa, la noche de los cuchillos largos en que los altos responsables son informados y se deben tomar decisiones, la fundamental de ellas es la ilegal/inmoral decisión de, contando con la ventaja de la desinformación y de la sorpresa, deshacerse al día siguiente de la mayor parte de los activos que conforme vaya avanzando ese mismo día acabarán por no valer nada.

Película de esas de actores... Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Stanley Tucci... "Margin call" es una de las primeras películas que hace de la crisis financiera de Wall Street tema principal. Y su principal atractivo precisamente es ése: permitir que el espectador se asome al ojo de la cerradura para mostrarle la sala de máquinas de este desastre que ha terminado convirtiendo a los estados en morosos acosados por su deuda.

Todo lo demás, lo que se intuye detrás, es harina de otro costal, especialmente cuando discursivamente la película sitúa el drama que se vive en las oficinas de ese banco en el contexto de las repercusiones sociales generando una variante discursiva a aquella de la telebasura consistente en que a la gente se le da lo que pide. Y aquí pasa igual... El que ofrece, por el hecho de ofrecer a alguien que acepta el ofrecimiento, se siente libre de responsabilidades morales. Lo cual es cierto, pero siendo la peor de las certezas. La de las verdades a medias.

Porque nadie se endeudaría por encima de sus posibilidades si el que ofrece ofreciera sólo a aquellos que realmente tienen posibilidades de endeudamiento.

Por lo demás, y dejando de lado ciertos mensajes basura a través de los cuales los que lo quieren todo también quieren sentirse inocentes, ofrece un interesante ejercicio de voyeurismo en el mismisimo corazón de Mordor.

Interesante.


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