domingo, julio 29, 2012

Game of thrones. Temporada 2

Sin duda creo comprender el éxito de la saga de "Juego de tronos"

Por un lado es una historia muy bien escrita tanto en cada una de sus partes, las líneas narrativas que constantemente crecen y se bifurcan, como, y es lo más importante, en la construcción de un todo donde estás líneas suceden y que permite la generación de lo más seductor que un lector puede encontrar: un universo cerrado.

Por otro, y esto es algo que he descubierto en esta segunda temporada, hay momentos de buena literatura... Algún personaje dice algunas cosas interesantes para justificar acciones y posiciones, cosas que podrían pasar por shakesperianas en una noche loca.

Pero sobre todo "Game of thrones" expresa muy bien el espíritu de nuestra época. Esa obsesión por el triunfo a cualquier precio que tiene a todos los personajes moviéndose como hormigas alrededor del trono de hierro... El triunfo por el triunfo y el poder por el poder, el paraíso de la pura táctica en la ausencia de un gran relato que organice esa necesidad que todos tienen de ocupar un trono -o de ayudar y oponerse a ocupar ese trono- cuya necesidad se da por sentada, su sentido nunca se justifica.

No hay nada fuera de ese juego de tronos convertido en una especie de Wall Street en el que todos se afanan por conseguir lo máximo para su parte sin plantearse preguntas de más alto calado.

Y en este sentido mi modo de pensar no se ve modificado en lo esencial... sigo sin entender el encanto magnético de ese trono por el que todos se matan... se que es importante porque se matan por él, pero contar el otro lado es lo que precisamente diferencia a la saga de "Juego de tronos" de "El señor de los anillos" o de cualquier obra mayor.

Lo difícil no es construir la fascinación sino revelar el mecanismo de lo que es fascinante, la fisicidad de esa fascinación que justifica y da sentido a ese deseo que los hombres sienten por ese trono y que les lleva a hacer cualquier cosa por poseerlo. Y aquí la historia me falla. El trono de hierro solo tiene dos dimensiones, careciendo de esa profundidad que lo justifique como objeto deseo.

Y mientras ésto no cambie lo que veo en tanta disputa es una rutina de oficinistas carente de la menor grandeza, una disputa que en nada se diferencia de las disputas por el poder dentro de la familia Ewing en "Dallas". Así, "Juego de tronos" es una buena historia que lo tiene todo menos lo que a mi entender es esencial. No obstante, es posible que ese salto de calidad exista en los libros y no haya traspasado a la serie... tendré que averiguarlo, pero por el momento a este que escribe el muro y lo que hay al otro lado y el personaje de Tyrion, siguen pareciendole lo más interesante de un espectáculo que sólo le resulta...

Entretenido.

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