sábado, septiembre 29, 2012

Boss

Me lamo y me relamo... y sólo llevo tres capítulos de la primera temporada.

"Boss" es sencillamente fantástica.

Continuando la línea iniciada por "The Wire, en la que se nos mostraba una descripción agria de la ciudad como un sistema amoral del que el bien y el mal formaban parte de manera necesaria y en el que la justicia no siempre era posible cuando entraban en juego la trama de intereses que verdaderamente detentaban el verdadero poder, "Boss" nos ofrece una descripción de esa trama de intereses que funciona bajo la apariencia de las sociedades democráticas.

La serie se centra en Tom Kane, alcalde de Chicago, magnificamente interpretado por el brillante Kelsey Grammer. El es el boss al que todos se deben y que da titulo a la serie.

En torno a él se despliegan una serie de líneas narrativas que tienen que ver con su propia vida, la gestión de la ciudad y la gestión de la política del estado.

"Boss" nos muestra esos despachos y rincones discretos donde la mecánica de los intereses se lleva a cabo y lo hace de una manera descarnada y dura, ofreciéndonos un retrato de la política como espacio para la gestión de los intereses privados bajo la bandera de lo público que bien puede servir como retrato de las maneras hipócritas neoliberales de hacer.

El dinero es una cosa muy seria, los errores se pagan, uno vale la última fortuna que ha ganado, cada día se empieza de cero y nadie anda con tonterías.

"Boss" es una crónica talentosa y muy verosimil de lo que sucede en las copas de los arboles de la jungla de asfalto.

Sólo llevo tres capítulos para ya me es imprescindible.

Por derecho ya está en mi panteón de series ilustres.

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