sábado, septiembre 22, 2012

Últimamente me da bastante pereza escribir sobre las películas que he visto. Entre otras cosas porque creo que ya las he visto y que ya he escrito cientos de veces sobre ellas.
En muchos casos, el cine ya no es un lenguaje sino una modalidad de ocio y, dentro de ellas, formando parte del grupo de los electrodomésticos.
Como a otras tantas personas, cosas e ideas, el dinero ha matado al cine.
Agrupo las pelis en este post...

Dredd
No es un remake de la pelí que a mediados de los noventas del siglo pasado protagonizó la musculosa estrella de acción Sylvester Stallone. Se recupera el personaje y el entorno apocalíptico distópico.
El resultado es una entretenida película de acción que, aun siendo previsible, se deja ver con su propuesta de un showdown entre un par de jueces encerrados en un mega edificio controlado por cientos de malos dispuestos a matarlos.
Dredd tiene el punto de las cenas que uno se hace entre semana.
Sólo me quedo con la guapa Lena Headley en un interesante papel de jefe de los malos, un rol que no suele ser ocupado por actrices. Y evito pensar que otras cosas de más provecho podría haber hecho durante la hora y media que dura la película.



Igualita a mi
A mayor gloria de la estrella local, Adrian Suar, "Igualita a mi" es una comedia romántica argentina centrada en el proceso de reconducción a la normalidad sentimental de un cuarentón solteron y peter pan. El proceso dura hora y media, por lo que estamos hablando de un proceso de choque en el que se descubrirá padre y enamorado de una mujer de su misma edad en ese corto periodo de tiempo.
Oscilando entre lo previsible y con algún que otro hallazgo, "Igualita a mi" resulta emocionante y entretenida, pero tampoco sin nada cualitativo y especial que la diferencia realmente de la penúltima comedia sentimental que estos ojos miopes han visto.
No obstante, estoy convencido que a los fans de este género les encantará y además cuenta con ese tremendo talento que los argentinos tienen para construir personajes inteligentes, que hablan muy bien y a los que apetece escuchar aunque estén justificando la pena de muerte para parados e indigentes.
Aunque, y para mi gusto (que es fan de Peckinpah un tipo que crea personajes a los que el paso del tiempo se la trae bastante floja) creo que tardan demasiado poco en convencerle.
Yo no me fiaría mucho si fuese su hija o su mujer...



Desafío total
Esta nueva versión guarda una cierta relación con Dredd.
Ya se hizo en la década de los ochentas del siglo pasado una versión del relato corto del escritor Phillip K. Dick en que se basa: "We can remember it for you wholesale". La película se hizo a mayor gloria de Arnold Scwarzenegger, la otra estrella musculosa de acción del momento.
En este caso, la nueva adaptación conserva el titulo de la película predecesora pero realiza algunos cambios en aspectos que tienen que ver con el paisaje en que sucede la historia: Marte desaparece y se construye otra utopía distópica parecida a la imaginada en juez Dredd. Un mundo inhabitable por una guerra química salvo en dos zonas: las islas británicas y el continente australiano, que es la colonia. Ambas están conectadas por una lanzadera que recorre el globo por su interior, incluso atravesando el núcleo del planeta.
Lo que es el núcleo de la historia se mantiene: un anodino y vulgar trabajador descubre que en realidad no es quien cree ser. Su identidad verdadera es la de Hauser, un agente secreto doble infiltrado en la lucha que el poder autoritario de su sociedad mantiene con los rebeldes.
Los escritores de esta película han seguido el método del Príncipe de Salina: cambiarlo todo para que todo siga igual. Y en este sentido la trama no varía en absoluto. Lo único que añade esta nueva versión, que en nada supera a su predecesora dirigida por Paul Verhoeven, es el músculo digital que muestra a la hora de recrear ese mundo superpoblado y distópico, un mundo que transparenta claramente el mundo visual del clásico "Blade Runner".
Por lo demás, "Desafío total" es una entretenida película de acción cuyo principal mérito es contar con la complicidad de los espectadores ya que la mayoría de ellos ni habrán visto la película predecesora ni por supuesto habrán leído el relato de Phillip K. Dick.
No obstante uno tiene la impresión de que uno de los posibles caminos futuros del cine en su cada vez más clara dependencia de la tecnología (y no del talento) a la hora de contar historias es repetir cada cierto tiempo las mismas historias buscando mostrar las nuevas posobilidades de la tecnología a la hora de contarlas de una manera más espectacular. Asi que no descarto un nuevo "Desafío total" dentro de cinco años.






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