martes, junio 04, 2013

No es tarea fácil la de regresar.
Tiene también su complicación
el ponerse, antes, a trazar un mapa.
Construir con precisión una imagen
de este mundo abyecto y difuso
donde las cosas tienen por lo menos dos nombres
y no se conoce la exacta localización de los justos y los injustos,
ni mucho menos el lugar donde está dibujada la línea que los separa.
No es tampoco sencillo imaginar un camino,
entender un rumbo de regreso
uniendo hitos y puntos
que aparentemente no guardan ninguna relación
y que ni tan siquiera resultan vagamente familiares.
No es sencillo orientarse entre tanto desconcierto,
encontrar sin saber exactamente lo que se busca
pero, y una vez logrado el milagro
de encontrar aquello que no se sabía se buscaba,
tampoco es tarea fácil la de rodear
el misterio de su desconocida forma en busca
de un mecanismo, de un resorte,
que abra alguna pequeña posibilidad de entrada.
a ese otro lado del espejo,
a ese país de nunca jamás
donde aguarda tendida a la oscuridad
la memoria de cientos de olvidos
que una vez fueron ciertos instantes eternos,
radiantes al sol, la arena y el agua
No señor.
No es tarea fácil recordarse allí
siquiera alguna vez,
posible e intacto,
antes de todo este tiempo estéril y polvoriento.
desnutrido y escuálido
que otros, con mirada triste
y sin el menor pudor,
se atreven a llamar “vida”
sin que el cielo se desplome
sobre su impostura que no conoce límites.

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