viernes, agosto 23, 2013

Por suceder, todo puede suceder.

Existen los accidentes y lo inesperado dispuestos con su ocurrencia a convertir la realidad en algo impredecible y sorprendente. Pero también está nuestra necesidad de entender la realidad y nuestra peculiar manera de entenderla. Normalizando, regularizando, pautando, reduciendo en definitiva el rango de acción de lo inesperado para construir una superficie estable sobre la que establecer la estabilidad del conocimiento y la perfección.

Somos así y, lo que es más importante, ese exterior hacia el que proyectamos nuestros sentidos y nuestra insaciable necesidad de conocer se presta a ello ofreciéndonos la posibilidad de establecer pautas, reglas y normas en su superficie caótica y proteica..

Y escribo todo ésto tan metafísico a propuesta de algo muy físico... el tema de Bárcenas.

Porque en respuesta a la pregunta que inquiere por la procedencia del dinero del bribón, los defensores de la posición del Partido Popular obvian la explicación más normal y plausible.

Lo normal es que en la explicación sobre la procedencia de la fortuna inexplicable de un empleado tenga algo que ver el lugar donde aquel ha estado obligado a estar, al menos 40 horas semanales, durante los últimos veinte años de su vida.

En general, no es fácil hacerse millonario con una actividad que es secundaria dentro de tu fundamental ocupación del tiempo y, lo que es más importante, cuando consigues ser millonario, no tiene sentido que sigas dedicando todo tu tiempo a una actividad que te ata al menos 40 semanales y de la que comparativamente no extraes un parejo rendimiento... salvo que necesites ir a trabajar de tesorero para, de alguna manera continuar con la acumulación de dinero.

Y lo que es más importante: alguien conoce algún caso de un empleado que pueda comprar la empresa en la que trabaja y continúe trabajando dia a día, hora a hora, madrugando y echando alguna hora extra mientras el dinero languidece en Suiza.

Y lo que es aún más importante: para qué diablos quieres el dinero si no es para liberarte de esas engorrosas obligaciones del día a día.

En fin, pensar que el Partido Popular tenga algo que ver en las ganancias ilícitas de Bárcenas no es parcialidad, es decantarse por la explicación más probable, el más seguro quizás de todos.

Luego están el interés, el delirio y los discursos que generan, que habitualmente en el dia a dia del debate público de nuestra perversa y enferma sociedad se suelen colocar con naturalidad al mismo nivel de lo razonable... porque por suceder, todo puede suceder, pero lo más probable es que mañana vuelva a salir el sol.

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