viernes, noviembre 01, 2013

Todo lo que no puedes controlar,
Todo lo que te contradice e interpela,
Lo que se acaba,
Lo que  termina,
Lo que se hace esperar,
Lo que no llega...
Pero también todo lo extraño,
Lo ajeno.
Lo que no nos escucha.
Lo que nos desobedece
y se empeña en negarnos
ese plan nuestro de cada día,
tan esforzadamente urdido
con delicadas fibras de sueño
y resistentes hebras de pensamiento.
La constante negación
de esos en mayor o menor medida
pacientes esfuerzos,
La vida misma.
Ese indomable animal salvaje
que jamás descansará
en el final de cada día
mansamente enroscado a los pies
del conquistado trono
de  nuestro plácido y efímero concierto.

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