lunes, septiembre 15, 2014

“Durante semanas me abrumó la pena, que se había posado sobre mí como un gran pájaro que empollara a sus crías. Y luego, un buen día, sencillamente, emprendió el vuelo. Así aprende uno los límites del amor, los límites del dolor”
(El Intocable, John Banville)

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