domingo, mayo 03, 2009

BOCHINI

"En 1986, ya con 32 años, Maradona exigió que su ídolo fuera convocado. Y Bilardo dejó que Bochini jugara los últimos cinco minutos contra Bélgica. Cuando El Bocha saltó al césped, El Pelusa le rindió honores. Hay dos versiones de la frase con que le dio la bienvenida. Según una, Maradona dijo: "Dibuje, maestro". Según otra, Maradona dijo: "Pase, maestro; estábamos esperándole". Ése fue el final de la carrera internacional de Bochini, que en 1976 marcó a Peñarol un gol muy parecido al célebre gol que Maradona marcó a Inglaterra."
(Enric González)

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"Un buen amigo me pasó la cuarta temporada de The wire (nada de descargas: producto legal) y, si no me exige que se la devuelva ya, la veré por segunda vez. Me manejo pasablemente en inglés, pero tengo que acudir a los subtítulos; conozco Baltimore, pero se me escapan muchas de las referencias; permanezco concentrado ante la pantalla, pero me pierdo algunos detalles de la trama, endiabladamente sutil. Me parece una de las mejores series de todos los tiempos, una auténtica obra maestra. "
(Enric González)



Amen!

Es una pena que ya no pueda volver a ver por primera vez ninguna de sus cinco temporadas...
DAVID BYRNE

Everything that happens will happen today....


MICHAEL CLAYTON

En algún momento, durante la película, todos los personajes principales de este "thriller" se miran al espejo. A veces les gusta, a veces no y casi siempre no saben qué están mirando... hasta que subitamente se descubren.

Estos momentos me parecen esenciales, porque Michael Clayton es una película sobre la conciencia, sobre el hecho de mirarse... y de repente ver.

Toda la relativamente compleja trama gira en torno al desagradable descubrimiento de uno mismo convertido en un otro, sobre la necesidad de dejar de ser y buscar otro camino en el que encontrarse en el espejo un reflejo más amable.

Las decisiones que vamos tomando a lo largo de nuestra vida quizá terminan apartándonos de aquel que debiéramos ser. Nos convierten en pequeños o grandes monstruos que un día se nos aparecen a la terrible luz de la implacable conciencia de uno mismo, de su deber ser.

Arthur Edens, un implacable abogado de Nueva York, sufre ese negro deslumbramiento cuando ya no puede soportar más el contacto con la verdad del mal que está haciendo. La empresa cuyos intereses ha venido defendiebdo durante años es responsable de un herbicida asesino. 

Y por obra de ese descubrimiento, Edens, magnificamente interpretado por el estupendo Tom Wilkinson, empieza a ser disfuncional como peón en el geométrico tablero del juego de intereses que durante años ha venido jugando.

Para resolver las inconsistencias y vibraciones que el comportamiento de Edens empieza a producir, el bufete recurre a Michael Clayton (George Clooney), una especie de Señor Lobo que limpia, pule y abrillanta todos esos desordenes que se producen en la frontera entre el bien y el mal.

El descontrolado Edens se convertirá en un problema que Clayton no podrá manejar, porque la llamada a la conciencia que desesperadamente aquel le reclama encontrará, como no podía ser de otra forma, ecos de conformidad en la conciencia que Clayton tiene de su propia vida y de sí mismo.

"Michael Clayton" es una película de guionista, y se nota en la solidez de la historia y de los personajes. 

Supone el debut como director de Tony Gilroy y el resultado es brillante.

2-6

No podía ser de otra forma.

El mejor Barça de la historia hizo lo que tenía que hacer. En una espectacular tarde de fútbol sentenció la liga masacrando a su máximo rival en su propio campo.

Ya nada se puede objetar. Todos los que vieron el partido lo saben.

El deporte tiene estas cosas. No sólo como pasó en la final del mundial de rugby de 1995 se convierte en el más importante vehículo de emociones que van más allá de lo físico y que tienen que ver con una trascendencia casi religiosa, y desde luego pagana, sino que también enfrenta a los contendientes con las propias limitaciones, que fue el caso del Real Madrid... Y en el caso de no haberlas, como fue el caso del Barcelona, proyecta al ganador hacia el cielo de la victoria como un ruidoso cohete disparado a discrección por un loco hacia las estrellas.

El juego del Barcelona fue espectacular. En todo momento el balón fue suyo de la mano de un Xavi, un Iniesta y un Piqué absolutamente imperiales. Balón que administraban con inteligencia, moviéndolo constantemente hacia los lugares donde más daño hacía a la defensa del Real Madrid, buscando con paciencia a unos ejecutores, Henry y Messi, que jamás tardaban más de tres pases en enencontrar. Así, y casi siempre que llegaba, el Barcelona fue letal. Hasta el punto que, de no ser por Casillas, el único jugador del Real Madrid que podría jugar en el actual Barcelona, la derrota podría haber tenido colosales dimensiones históricas de derrota humillante... Y eso que con estos seis goles ya la tiene.

El loco esfuerzo del Madrid mantuvo la duda quince minutos, pero enseguida, y por puro peso específico de talento y jugadores, la balanza se decantó del lado barcelonista que llegaba casi sin esfuerzo al área de Casillas.

Frente a los barcelonistas el Madrid puso sobre el terreno de juego una loca apelación a la épica que se vió incrementada por el gol de Higuaín que abrió el marcador. Para mi gusto, lo peor que pudo pasarle al Madrid fue marcar ese gol que le reafirmó en una estrategia que no era otra cosa que un juego de la ruleta rusa con las seis balas cargadas en el tambor del revolver.

Es difícil jugar contra el Barcelona, quitarle el balón, plantarle cara, especialmente si el equipo quiere y anoche quería. Deseaba sentenciar la liga en el campo del más directo rival. Pero el Real Madrid quizá optó por la peor de las opciones posibles.

Unos pocos días antes, el viejo zorro de Guus Hiddink había conseguido que su Chelsea saliera vivo del Nou Camp poblando el centro del campo de primeros guerreros como Ballack, Essien, Lampard y Obi Mikel. Pero el Madrid se presentó con un centro del campo en inferioridad numérica ante el talento del Barcelona. Ni Robben ni Marcelo prestaron el necesario apoyo a los solitarios Gago y Diarra, una vez que se proyectaban en ataque, para intentar recuperar el balón. Ni Raul, perdido en la trampa de su propia mentira, bajó a apoyar a sus centrocampistas.

Así, la presión del Madrid fue inútil. Los jugadores blancos se vaciaron persiguiendo el balón y a los jugadores del Barcelona por todo el campo. 

El equipo enseguida se rompió, se descompensó.

El resultado fue que el cesped del Bernabeu se convirtió en un territorio sobre el que los arquitectos del Barcelona trazaban con tiralíneas sus precisos pases mortales.

El resultado fue una de las derrotas más humillantes de toda la historia del Real Madrid, una derrota que debería hacer pensar a los madridistas en las razones de la distancia que les separa de los grandes equipos europeos.

Felicidades, Barcelona!

viernes, mayo 01, 2009

EL FACTOR HUMANO

A veces la realidad es tan increíble que parece ficción.

En "El factor humano", John Carlin, su autor, nos cuenta el modo en que Nelson Mandela se encargó de generar la nueva Sudáfrica usando el campeonato del mundo de rugby celebrado en 1995 como momento culminante.

Tras más de un cuarto de siglo entre rejas, lo único que Mandela no tiene para sus carceleros es odio. Todo lo contrario. Con una sonrisa, y la palabra justa que cada preciso momento necesita, está dispuesto a apelar a los corazones de todos los afrikaaners, empezando por sus líderes y terminando con el último habitante del rincón mas reaccionario de la república austral.

Poco a poco, reunión tras reunión, fue ganándose a toda la cúpula política del gobierno sudafricano. Hábil estratega, mediante su sonrisa siempre dispuesta y la mano siempre tendida les ofreció una salida al mismo tiempo que se encargó de disipar todos sus miedos, el mayor de ellos era acabar lanzados al mar por las masas negras a quienes durante tanto tiempo les habían negado la condición humana.

Pero también tuvo que ganarse a los de su propia raza. Ante ellos se encargó de generar un retrato del oponente blanco, de conferirles una imagen humana encontrando algo bueno en ellos y elevarlo a la enésima potencia. Analizando la situación siempre desde el lado humano y poniendo toda su vida pasada en la lucha en la balanza cuando fue necesario, porque sus palabras no terminaban de funcionar.

Y todo, la visión, la estrategia, los tiempos y los ritmos son sólo suyos.

Sobre la espalda de este anciano expresidiario descansaba un constructivo futuro para su país y el viejo tenía un plan. El periodista John Carlin nos lo cuenta.

No parece real el Mandela de John Carlin y sin embargo lo es. En youtube puedes verle vistiendo la camiseta verde de los Springbok, saludando a un público de blancos y negros que asistían a la final de un deporte que hasta hacía apenas diez años sólo era para blancos y era odiado por los negros.

Todo el trabajo de Mandela necesitaba de un momento cumbre, de una catarsis en que lo emocional saliera y fue esa final de 1995 el momento culminante de su obra... Y todo pendiendo de un hilo, porque el equipo sudafricano se enfrentaba a la mejor selección de la historia del rugby y, en ella, comenzaba a despuntar, el que ha sido el mejor jugador de la historia de este deporte Jonah Lomu. Y todo tras dos prórrogas de diez minutos, en un partido sin ensayos y con la ruptura definitiva a cuatro minutos del final... Los titulares de la prensa local hablaban de los boks enfrentados al Himalaya neozelandés... Pero se ganó. 

El circulo se cerró.

Era un equipo, era un país.

La leyenda nunca fue tan real.

Las páginas de "El factor humano" de John Carlin lo demuestran.



"People should focus on the fact that it was a good game played with honour..."


jueves, abril 30, 2009

EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD

No es una emoción fácil de describir la que muestra este Jesse James vestido de blanco y negro. En él abunda el sentimiento de hastío ante una manera de vivir que de pronto se ha convertido en un callejón sin salida.

En algún momento se cruzó la línea que define el punto de no retorno más allá del cual ya es demasiado tarde para todo. La vida está llena de ellas. Quizá cuando su hermano Frank se marchó al Este debío de ser el momento de dejarlo, pero quién sabe cuándo es el momento oportuno para abandonar. No es fácil ser tan listo.

Pero también se intuye sobre las espaldas de James la invisible pero cada vez más pesada carga de la púrpura de la leyenda. Como si progresivamente dejara de ser él mismo para convertirse en ese otro del que todos hablan, al que todos indistintamente admiran y temen. Un sentimiento extraño sentir que uno ya no se pertenece a sí mismo sino a todos...

Alienación, cansancio, por todas partes la impresión cada vez más acuciante de una ausencia imposible de llenar, la de uno mismo, sea quién sea... "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford" ofrece el retrato melancólico de una lenta caída en el vacío.

Poco a poco, el Jesse James que tan brillantemente interpreta Brad Spitt termina convertido en el molde vacío de una leyenda. En algún momento, hubo un hombre en su interior, pero ahora ya no hay nada. Un fantasma que constantemente necesita del miedo o de la admiración de los otros para saber que aún sigue existiendo. 

En este sentido, resultan memorables las secuencias en que James disfruta poniendo entre la espada y la pared a los miembros de su banda, preguntándoles, hostigándoles, observándoles, provocando sus risas, haciéndoles callar... De algún modo ese terror ante el poder absoluto de su leyenda necesita ser convocado. No existe otro James que ése que le devuelven los otros y que cada vez está más lejos del cuerpo abandonado que observa desde el otro lado de la situación.

Así, la muerte será un simple trámite. La mera constatación de un hecho que hacía ya tiempo que venía sucediendo de forma continuada en el tiempo.

La liberación de un incomprensible peso... y, por fin, la leyenda existiendo libre de pruebas físicas que en algún momento pudieran llegar a contradecirla.

miércoles, abril 29, 2009

DÉJAME ENTRAR

Hay películas que te gustan, que reconoces que están bien y que estarías dipuesto a volver a ver cuantas veces fueran necesarias y hay otras que te llegan, te conmueven intensamente con sus mancias y sus artes. "Déjame entrar" entra dentro del segundo grupo. Por derecho propio entra a formar parte de mi imaginario y simbólico panteón (nunca mejor dicho) de películas inolvidables y favoritas.

Los caminos de "Déjame entrar" son pistas apenas transitadas dentro del género de terror al que aparentemente parece adscrita por su temática. Es cierto que hay vampiros... pero también una brutal fisicidad, bastante desagradable, en todo lo que tiene que ver con la carne y la sangre, pero también, entre tanta oscuridad hiperbórica, brilla la historia de un encuentro entre dos seres diferentes y distintos, que se encuentran solos en un mundo de iguales.

Es este contraste entre brutalidad y sensibilidad lo que más me fascina de esta hermosa historia de amor loco con la soledad como helado espacio sobre el que edificar una espacio para la calidez de un acuerdo que va siendo más y más intenso, en contra de lo que para cada uno de los dos debiera ser lo correcto.

Entre tanto lugar común e inmerso en el interminable baile de las mismas imágenes de siempre, agradezco más que nada el mundo el asombro y la emoción que me ha proporcionado la visión de "Déjame entrar". 

Lo único que siento es que ya no podré verla por primera vez nunca más.
"Cuando faltaban dos minutos y Sudáfrica resistía con un 19 a 15, un francés de origen marroquí, tan enorme como Kobus Wiese, llamado Abdelatif Benazzi, pensó que había plantado el balón al otro lado de la línea, lo que habría supuesto el ensayo de la victoria. En lugar de ello, el árbitro concedió a los franceses una melé, los ocho jugadores más grandes de cada equipo enfrentados uno contra otro en formación de tortuga, a cuatro metros y medio de la línea sudafricana. Si los exhaustos Bleus empujaban a los exhaustos Springboks al otro lado de la línea, el partido estaría acabado. Francia estaría en la final. El torneo habría acabado para la Nación Arcoiris. Los Springboks estaban a punto de ir a asumir sus posiciones en la melé cuando Kobus Wiese, con sus 1,93 metros de estatura en la segunda fila de la sala de máquinas de la melé, lanzó un grito de guerra que espoleó a sus compañeros. Se dirigió a su mejor amigo, Balie Swart, el delantero base en la primera fila, y le dijo: Mira Balie, en esta melé no puedes retroceder. Puedes ir hacia delante, puedes ir hacia arriba, puedes ir hacia abajo o puedes caer ¡Pero no vas a retroceder!
Los Springboks no retrocedieron y Sudáfrica pasó a la final..."
(El factor humano, John Carlin)
 

martes, abril 28, 2009

DAVID BYRNE

Once in a lifetime...




Life is long...


I feel my stuff...


DAVID BYRNE

El legendario lider de los Talking Heads nos ofreció ayer en Madrid un maravilloso concierto inolvidable.

En él, repaso temas de su último disco y de toda su discografía deleitándonos con un espectáculo energético, brillante y, lo que es más importante, lleno de alegría y buen rollo.

Sobre el escenario del teatro Lope de Vega se desarrolló una calculada locura de bailarines, músicos y cantantes en el que uno no terminó de saber muy bien quién cantaba, bailaba y tocaba pasándose unos a otros el relevo de la propia tarea.

El público acabó loco, contagiado por esa alegría y buen rollo que el escenario emitía como un enorme sol blanco. Porque, y para mi gusto, lo mejor que tiene la música de Byrne es esa vibración vital que el espectáculo consiguió transmitir de principio a fin. Como bien titula en su último disco everything that happens will happen today.

A sus casi sesenta años, Byrne está en plena forma.



domingo, abril 26, 2009

LA HABITACIÓN DE FERMAT

Para mi gusto, las mejores cosas que se están produciendo en el cine español se están haciendo desde el género. Me vienen a la cabeza ejemplos como "La caja 501", "La noche de los girasoles", "El laberinto del fauno" o esta "La habitación de Fermat" que se mueve dentro de los esquemas del thriller de misterio sin mayores ambiciones que contar una historia y contarla bien... que no es poco. La verdad.

Salvo francotiradores como Jaume Balagueró, Antonio Hernández o Fernando León, el cine español ha pecado siempre de querer ser algo más que cine y, a mi entender, es ahí una de las principales razones de sus males. 

El cine español casi siempre ha querido imponer las historias a su público. Ha querido ser un cine "dirigido" y esa es una elección muy arriesgada cuando en el mercado te enfrentas a un competidor como el norteamericano. Algo así como enfrentarse a Chuck Norris con un sólo brazo y habiendo aprendido karate por correspondencia. Demasiado difícil.

Perdido en el laberinto de si mismo, el cine español ha abusado del concepto de autor hasta la extenuación olvidándose de que el cine es un acto social que implica a un autor y a un espectador. Ha querido reinventar las reglas de un juego que sólo puede jugarse de una determinada manera y salvo excepciones como la comedia madrileña en los ochenta o el trash-realismo mágico del primer Almodóvar o incluso el primer Garci ha concentrado la mayor parte de sus esfuerzos en un discurso solipsista e idealista en el que la gran mayoría del público español jamás se ha reconocido.

La excepción del autor con mirada propia se ha convertido en imposible norma en un cine donde todos aspiran a ser Bergman o Fellini.

Afortunadamente, estas pequeñas gotas que caen con cuentas gotas sobre el desierto me reconcilian con el cine español.

"La habitación de Fermat" se limita a contar una historia de misterio con las matemáticas como fondo y lo hace, para mi gusto, perfectamente tanto en fondo como en forma.

Cuatro matemáticos son citados por un misterioso anfitrión a una no menos misteriosa velada en la que deberán demostrar el ingenio deductivo que precisamente les ha llevado hasta un apartado lugar donde les espera una habitación que en realidad no será tal... La película se sigue con la mayor de las atenciones en la deducción de los enigmas que los matemátiucos deben resolver para salvar sus vidas.

Estupenda... Y eso que hay matemáticas de por medio.

"Brilla dentro de mi aquello que ignoro. Y sin embargo brilla."

(Del inofensivo, del esperanzado, del intrépido, fragmento. Elegías de Exópetra. Odysseas Elytis)
IDIOCRACY

Tan sencillo como ésto: "Idiocracy" es una pequeña joya
que rebosa de sentido del humor por sus cuatro costados.

El punto de partida ya es divertido.

Las leyes de la evolución de han invertido y los más aptos ya no son quiénes consiguen sobrevivir y transmitir su material genético. El resultado será un mundo idiota y absurdo que un no demasiado brillante soldado del ejército de los Estados Unidos descubrirá tras despertar de un experimento de hibernación al que ha sido sometido.

El humor de la película no es precisamente fino, pero en todo momento subyace en el fondo de todo lo que sucede una elemental ironía que inspira todos los devenires y situaciones convirtiendo a "Idiocracy", en casi todos sus momentos, en una experiencia muy divertida.

Lo peor es que cuando dejo de reir puedo llegar a creerme que su premisa inicial esté comenzando a ser cierta.


sábado, abril 25, 2009

AHORA O NUNCA

El mejor momento de Rob Reiner como director fue el final de la década de los ochentas y principios de los noventas del siglo pasado. En aquella época encadenó una serie de películas llenas de encanto e interés siempre dentro de las claves del cine comercial: "Stand by me" (1986), "La princesa prometida" (1987), "When Harry meets Sally" (1989), "Misery" (1990) y "A few good men" (1992). A partir de aquel momento su carrera se diluye en apariciones como actor, trabajos televisivos y, para el cine, una serie de melodramas, para mi gusto fallidos, cuya última edición es "Ahora o nunca".

En ella dos enfermos de cáncer, interpretados con simple corrección por Jack Nicholson y Morgan Freeman, descubren una amistad mutua en las puertas de una muerte que parece segura. Uno de ellos Carter Chambers (Morgan Freeman) decide llevar adelante la realización de una lista de deseos que en un momento de terminado de su vida un profesor de filosofía les sugirió hacer. La presencia del millonario y extravagante Edward Cole (Jack Nicholson) le servirá de gran ayuda como impulso para la realización de esos sueños. 

Durante el viaje ambos descubrirán a través del otro qué es lo realmente importante...

Como todas las últimas películas de Reiner, "Ahora o nunca" es blanda, suave y en ciertos momentos ligeramente amarga, como un Martini mal hecho. 

Reiner se rodea del talento de Nicholson y Freeman, ambos por debajo de sus posibilidades, demasiado fríos y poco motivados, para intentar hacernos reir y llorar, buscando que el propio espectador tache de su propia lista de deseos unas cuantas carcajadas y unas cuantas lágrimas antes de que la película termine.

El resultado sólo funciona a medias porque la película no termina de llegar, carece de la suficiente autenticidad como para hacerlo, como si un enorme plastico recubriera todas las palabras, miradas y emociones que se vehiculan a través de ellas. Y los buenos momentos que, sin duda, la película tiene no resultan suficientes.

Por otro lado, y ya en lo personal, la historia tiene para mi un punto de interés desde el punto de vista conceptual.

A principios de este siglo, el norteamericano Jeremy Rifkin escribió un libro, a mi entender esencial, llamado "La edad de acceso". En él, y en otras cosas, Rifkin argumenta que si algo caracteriza a nuestra época es la presencia del capitalismo con su ciega lógica de la acumulación en todos las esferas de nuestras vidas.

Si antes sólo se circunscribía a lo económico, ahora está en todas partes. En la cultura, en el ocio, en la esfera d elas relaciones personales.... y finalmente en nuestras propias cabezas. Y esta manía acumulatoria que suponen las listas es un buen síntoma de su existencia en nuestras conciencias de esa enfermedad. 

La necesidad de acumular imágenes y experiencias, de viajar a mil y un lugares diferentes y acumular las fotografías en nuestros álbumes, de conocer a mil y un personas y acumular sus rostros en nuestra memoria creo que se resumen en esa lista que Chambers elabora... y curiosamente aquello que ambos realmente necesitan no aparece escrito en ella.

Pero, y finalmente, ambos terminarán descubriendo la naturaleza de su verdadera lista. 

En ella sólo encontrarán una o como máximo dos cosas qué hacer... porque, y en realidad, y que en verdad nos importen, hay muchas menos cosas que ver y hacer de las que nos pensamos. 

martes, abril 21, 2009

"Qué sucede si
se regresa a la tierra lejana de la memoria
y refleja escenas que van a suceder
en un tiempo insospechado..."

(Odysseas Elytis, Dignum Est y otros poemas: Tres poemas con bandera de oportunidad, fragmento)
"Entonces, cuando yacíamos
abrazados frente a la ventana
abierta a la ladera de los olivos (dos
semillas desnudas dentro de un fruto que el verano
ha abierto violento, y que se llena
de aire), no teníamos recuerdos. Éramos
el recuerdo que tenemos ahora. Éramos
esta imagen. Los ídolos de nosotros,
para la sumisa fe de después"
(Idolos. Las mujeres y los días, Gabriel Ferrater)

INOLVIDABLE

Nkosi sikelel'i Afrika...



Y luego 36-0 a los hijos de su majestad...
LA SOMBRA DEL PODER

Estoy absolutamente convencido de que Russell Crowe es  (y será) uno de los grandes. Su capacidad para cargarse una película a sus espaldas se me antoja pasmosa. Incluso, una como ésta en la que Crowe no parece poner el 100% de la carne en el asador limitándose a estar, a dar las réplicas, funcionando con un piloto automático que ya quisieran para si mismos muchos otros actores.

En "La sombra del poder" Crowe interpreta a un periodista un tanto heterodoxo que, por una serie de circunstancias, entra en contacto con una peligrosa historia relacionada con las alcantarillas de Washington y que implica a uno de los pocos amigos que le quedan, interpretado por Ben Affleck. El personaje de Affleck es un congresista que dirije una comisión que investiga a las agencias de seguridad privadas que el gobierno norteamericano viene utilizando para las guerras en el exterior desde finales del siglo pasado.

El planteamiento es interesante y forma parte de un género que me gusta y que ha dado grandes películas a la historia del cine: "Tempestad sobre Washington", "El mensajero del miedo", "Los tres días del condor", "Último testigo" o " El informe pelícano".

Héroes individuales quemados por el sol de informaciones que revelan corrupciones y complots, intentando luchar contra los ciegos y demoledores mecanismos de un poder que parece omnímodo cuando sus detentadores se encuentran en riesgo. Héroes que se la juegan por algo llamado "verdad" que, más que una realidad, es un espejismo que nunca termina por revelar su verdadera condición.

En este sentido, el personaje de Crowe se expresa dentro de las mismas claves movido por el interés profesional y también por la amistad. Y del mismo modo que su personaje protagonista la película se desplaza con eficacia por los carriles del género: asesinatos, giros argumentales, personajes claves con confesiones imprescindibles, personajes que no son lo que parecen, mentiras, fotografías, dosieres y cintas de audio y video... No ofrece nada nuevo, pero lo que ofrece lo presenta bien, con el suficiente interés como para que la película se siga con atención hasta el final.

Y parte importante de ese mérito corresponde a Crowe porque no estoy seguro de que la película hubiera funcionado de la misma manera sin él, sin su inmenso talento magnético y casi animal para interesar y hacer interesante.

Quizá, sin él, los defectos de la película (que están presentes) serían mucho más patentes.

Por un lado, la película es una adaptación de una miniserie de la BBC y se nota. Hay demasiada información. Pasan demasiadas cosas y la trama correspondiente al giro final casi se queda sin espacio de tiempo para ser desarrollada no quedando muy claro para mi gusto el papel que juega la mujer del congresista (magnifica y bella como siempre Robin Wright Penn).

Otra consecuencia de ese exceso de información es que se descuiden personajes cuya participación resulta puntualmente esencial en la trama y de quienes carecemos de información suficiente como para entender sus motivaciones. Especialmente, el personaje del asesino no termina de entenderse bien en su decisión final y también el personaje de la mujer del congresista, sobre todo a la luz de la última trama, la que se revela en el giro final. 

Y ya, para terminar, y en lo personal, el último giro final no termina de convencerme del todo. Sucede demasiado rápido, sustentado por un desliz en un comentario casual, y enseguida, tras casi dos horas de meticulosa y cuidadosa investigación, todo se revela y la película desemboca cuesta abajo y a tumba abierta hacia su final. No se... Ahora que teníamos a la siniestra multinacional contra las cuerdas...

De todos modos, la película no es en absoluto despreciable. Puede verse. Entretiene y sale Russell Crowe (Y Helen mirren y Robin Wright-Penn también) ... aunque será olvidada con rapidez. 


lunes, abril 20, 2009

LADYSMITH BLACK MAMBAZO

Hello, my babe!















UN ENGAÑO DE LUJO

Me gusta mucho el planteamiento de esta comedia francesa.

Una buscavidas que se dedica a desangrar acaudalados millonarios en la Costa Azul se cruza en el camino de un tímido y apocado camarero. Ella le confundirá con un posible candidato y él, absolutamente enamorado de ella, alargará la mentira hasta donde la realidad le permitirá... que será mucho más de lo que se imagina.

Me divierte el modo entre estólido y resignado con que Jean, magníficamente interpretado por Gad Elmaleh, intenta acercarse a la imposible Irene (Audrey Tautou), acercamiento que culmina con el esquilmamiento hasta el último euro al que ella le somete en una tarde de compras por los mejores comercios de la Costa Azul.

"Un engaño de lujo" no es una película de carcajadas sino de sonrisas que se suceden mientras, en contra de su voluntad y del "core" de su negocio, Irene se enamora.

Diferente y entretenida.

KNOWING

Para empezar, en "Knowing" subyace como sustento de toda la trama un interesante dilema filosófico que nos viene desde los filósofos presocráticos que empezaron a pensar allá, en los meditarráneos del antes de cristo. 

¿El devenir de los acontecimientos está determinado  o es un complejo y contingente cúmulo de circunstancias que sólo cobran el sentido que nosotros queramos darle? 

Yo, personalmente, no tengo ni idea, pero el personaje que interpreta Nicolas Cage (con piloto automático, por cierto)  lo tiene bastante claro. Todo es un cúmulo de circunstancias. Nada está predeterminado... Aunque la historia, a través de su propio hijo, le llevarán a pensar lo contrario mientras suavemente el final del mundo se acerca.

"Knowing" es otra película más de ese género llamado "cine de catastrofes" y dentro de él, de la familia, "catastrofes definitivas y/o finales del mundo". No obstante, se agradece el esfuerzo de los guionistas y de su director en intentar aportar elementos y atmósferas diferentes. Esfuerzo que, a mi entender, es una realidad lo que permite que la trama se siga con mayor interés del que debiera suponerse al enésimo avatar del mismo cliché.

Su director, Alex Proyas (Dark City, The Crow. Yo robot), tiene un cierto talento para lo inquietante y gracias a ello la película, en determinados momentos, especialmente en su primera hora, llega a resultar misteriosa e, incluso, desasosegadora. 

En este sentido, "Knowing" se sigue con atención... aunque esa atención vaya desvaneciéndose lentamente, y conforme la trama avanza hacia su final, consumida por la cada vez más cercana evidencia de un final nada sorprendente... Si bien es cierto que los hay peores. La verdad.


sábado, abril 18, 2009

NEVERWAS

Hay buenos planteamientos en Neverwas.

Por un lado, el de un hijo indagando en el trágico misterio de un padre, escritor de éxito de libros infantiles. Un misterio que esconde un secreto relacionado con su obra. Por otro, el de un psiquiatra que también indaga en el misterio de la locura de uno de sus pacientes.

En algún momento, el protagonista descubre que ambas líneas coinciden de forma que lo que es realidad para un loco se convierte en la fuente de una ficción que el escritor traslada a sus lectores para que se convierta en un mundo alternativo y no menos real y el circulo se cierre. 

El terreno de la narración es propicio para plantear algún discurso interesante sobre el sentido de la realidad y la necesidad de la ficción o sobre el momento en que se decide la línea que separa la locura de la cordura en la humana necesidad de esa ficción... pero el propósito de la historia se detiene mucho antes, como con diez mil kilómetros de antelación, en el territorio del almibarado drama que apenas consigue traspasar la pantalla con su perceptible aroma a cliché.

En este sentido, "Neverwas" nos proporciona en cucharilla de plata una ración no especialmente bien cocinada de las mismas imágenes de siempre para que encontremos consolador refugio en las mismas emociones de siempre.

"Si miras durante mucho tiempo al fondo del abismo, el abismo terminará por entrar en tí" escribió Nieztsche cansado de mirar hacia ese profundo oscuro que nos desdobla y que llevamos dentro. En este sentido, el concepto de locura siempre ha encerrado un mucho de indagación extrema en uno mismo, de individualidad visionaria hasta el punto de que en Shakespeare son los locos y los bufones quienes en bastantes ocasiones son vehículo verbalizador de una verdad que los demás se obstinan en dar la espalda.

Mediante el concepto clínico de locura la sociedad siempre puede estigmatizar a sus heterodoxos como locos y encerrarlos junto con los otros, los que ya no pueden soportar más la mentira que los ortodoxos escenifican cada día y s ehan roto en mil pedazos de manías, neurosis y paranoias. 

Como escribía Dostoyevsky: "Sólo enfermando al vecino es como uno se convence de su propia salud". Y así, los derrotados y los visionarios terminan siempre compartiendo la misma celda... mientras afuera impera la normalidad. Se escenifica el medido espectáculo de la cotidianidad en tanto lentamente se apaga el brillo adolescente de las miradas en unos personajes cómodamente sentados en la tranquilidad asesina de su propia hacienda.

Hasta que un día en el lugar que ahora ocupa un inmenso vacío la sombra de algo que estuvo se echa en falta.

jueves, abril 16, 2009

LA NIEBLA

Nueva visión, misma sensación.

"La niebla" es una obra mayor, una de las mejores películas del pasado año 2008... y lo es con diferencia.

Una extraña niebla que surje de la nada confina a una serie de personajes en un supermercado. En ella, moran criaturas extrañas y brutales que acaban con todos los humanos que se atreven a adentrarse en ella.

La cotidianidad de pronto se transforma en singularidad. La aparición de lo extraordinario se convierte en una amenaza para la estabilidad mental y personal de todos los que se encuentran confinados en el supermercado, apenas separados por un fino cristal de lo desconocido, del horror.

El efecto que tendrá sobre todos ellos terminará siendo demoledor.

Ya no hay garantías.

Cualquier cosa puede suceder en cualquier momento.

El suelo estable de la racionalidad donde descansa la tranquilidad desaparecerá subitamente bajo sus pies y se verán sumidos en una caída libre en la propia irracionalidad a la que sólo unos pocos lograrán resistirse... y no por todo el tiempo.

El animal que todos llevan dentro, ante el desconocido peligro que le amenaza, surgirá sin ataduras para convertir el interior del supermercado en un lugar aún peor que el brumoso e impenetrable a la mirada asustada exterior.

La niebla liberará todos los miedos, soltará todos los perros, disolverá todo orden y sólo quedará el ser humano como puro instinto de supervivencia, reventando como una pompa de jabón en cuanto ya no podemos esperar que lo razonable suceda.

Magnífica.


ELEVENTH HOUR

Es fácilmente entendible que el cinematográfico productor Jerry Bruckheimer sintiera interés por un fallido formato televisivo británico llamado Eleventh Hour.

Producida por la Granada Televisión para la británica ITV, y protagonizada por Patrick Stewart, "Eleventh Hour" sólo sobrevivió cuatro episodios, de enero a febrero del año 2006.

Recuperar el formato para Estados Unidos le permite continuar con el exitoso filón de sus diferentes CSI centrándose de manera más evidente y clara en un aspecto del cóctel CI que, en mi opinión, ha sido fuente importante de su éxito: la investigación científica como fuente de suspense.

Después de todo, gran parte del éxito de la franquicia de la policía científica se basa en una simple secuencia de pregunta-respuesta... La pregunta siempre la plantea uno varios cadáveres, preguntas difíciles y rebuscadas en su totalidad, y la conveniente respuesta la da la policía investigando, procesando pruebas, haciendo hipótesis y finalmente respondiendo a la pregunta de una forma no menos espectacular... pero siempre basada en el conocimiento y la ciencia.

Los personajes protagonistas, especialmente Gil Grissom -el primero de todos- son foco de atención por su capacidad, con su saber casi enciclopédico, de dar respuesta a esa pregunta planteada cada semana, pero también fascinarnos con todo su repertorio de extraños saberes.

En este sentido, el Dcoctor Hood (Rufus Sewell) que protagoniza "Eleventh Hour" en su versión americana es una exagerada variante de Grissom. Sus conocimientos enciclopédicos abarcan desde la física cuántica hasta las últimas investigaciones acerca del autismo y siempre nos sorprende con un dato, con un planteamiento ignorado por el público.

"Eleventh Hour" utiliza como soporte la investigación policial, en este caso el FBI, para convertirse en una especie de revisión de una serie de temas candentes que están presentes en el imaginario de la opinión pública. Cada capítulo toca un tema sensible: productos transgénicos, investigaciones con humanos, virología... Y en cada capítulo, de la mano del doctor Hood, se nos presentan datos e informaciones que resultan interesantes por sí mismas y que sirven de paso para atrapar al culpable de turno.

Quizá se trate de una variante retorcida y perversa de la televisión educativa o más bien de un nuevo tipo de formato propio de las sociedades avanzadas del conocimiento: la información y el saber convertidos en el centro de las tramas y los tipos que están informados y saben (tipos incapacitados para la acción, sólo para el pensamiento y la deducción) convertidos en protagonistas.

Quizá algún día podemos ver una serie que sólo consista en la resolución de ecuaciones sobre una pizarra.

Bien mirado, "Eleventh Hour" se parece bastante a éso.

miércoles, abril 15, 2009

EVENING

Tengo que confesar que "Evening" tiene un punto conmovedor que evita que la deseche completamente. Esta conmoción viene de la mano del trabajo de grandes actrices (principalmente), sobre todo Vanesa Redgreave (que cada vez se parece más a su padre, Sir Michael) que consiguen que dialogos relativamente tópicos, basados en un Reader's Digest sentimental y metafísico, consigan más profundidad y calado del que realmente tienen. 

De otro modo, "Evening" discurriría por el convencional camino del lugar común, la melancólica y tópica mirada hacia atrás.

El recuerdo de instantes inolvidables que marcan una vida y que, en el término de ésta, regresan como fantasmas para poblar los instantes de agonía de la protagonista con sus espléndidas presencias de promesas ya perdidas.

Quién quiera percibir la diferencia entre la mirada tópica de Susan Minot y una mirada más diferente, más especial, que vea la película y luego lea "Las olas" de Virginia Woolf o "Garden Party" de Katherine Mansfield. Dos historias a las que, aún no acierto a saber por qué, esta película ligeramente me huele. Quizá porque a ellas busca parecerse, buscando anclar en esa memoria una pretensión de obra de arte que en absoluto tiene.

Constantemente, "Evening" flirtea con temas emocionantes y esenciales, cuyo contacto hace que los mejores poetas escriban sus mejores versos, pero constantemente, también, no termina de ofrecer lo que promete... autenticidad.

El lugar de "Evening" es el cliché de los géneros.

Del mismo modo que hay películas de acción, hay melodramas lacrimógenos en los que constantemente se pronuncian palabras como "vida", "amor", "memoria", "remordimiento", "Felicidad" o "paz". Como si se tratara de un tablero de scrabble los guionistas las meten en un cubilete, las agitan y las lanzan sobre la mesa, ante nuestros ojos.

Como si ya no supieramos que hay recuerdos que nos duelen de maravillosos instantes no culminados o que la toma de una decisión siempre es una salto en el vacío.

La comodidad de las mismas lágrimas de siempre.

lunes, abril 13, 2009

DESPABÍLATE AMOR

El paso del tiempo es el principal protagonista de "Despabílate amor".

Viejos amantes, viejos amigos, viejos recuerdos, de repente recuperados en la película más nostálgica de Eliseo Subiela. Titulada como un poema de Benedetti, "Despabilate amor" plantea el recuerdo de los tiempos pasados como una especie de agridulce refugio que algunos de los personajes protagonistas encuentran ante el día a día de su madurez.

El horror amanece.. El poema de Benedetti termina así. Despabílate amor porque el horror amanece, un horror que adopta la forma del inflexible pasar del tiempo y contra el que solamente parece estar inmunizado Ricardo, el promotor del encuentro de los viejos camaradas, bailando el rock como cuando tenía los veinte años.

"Despabilate amor" no plantea que cualquier tiempo pasado fuera mejor. No se trata de envolverse en los recuerdos como quién se envuelve en una manta contra el frio sino de aceptar a todos aquellos que vamos siendo conforme duramos en la vida. Recordar a todos esos otros que hemos sido siendo antes de cada cambio de piel.

"Mirame antes de que cambie y me convierta en otro" (o algo asi) se dicen los personajes.

Las personas que vamos dejando atrás conforme la continua erosión que supone el existir
nos transforma y el esfuerzo de hacer puentes que nos conecten con aquellos que fuimos y también con aquellos que nos eran afines en aquel estado de nuestra existencia.

Ya hemos cambiado. 

Somos otros. 

Y el horror todos los días amanece.

Y ante su descarnada lógica que todo lo cuadra, bien vale el recuerdo de todos los buenos momentos que hemos venido viviendo pese a todo, incluso a nuestros propios errores.

domingo, abril 12, 2009

B.B. KING

Time is a thief...





BUENA SUERTE

ESPEJO ROTO Nº 2

ESPEJO ROTO Nº 1



sábado, abril 11, 2009

BRIAN FERRY

It's my party...





Se pronuncian rápidamente las palabras,
con prisa se pasa por encima de sus significados,
se quiere evitar el compromiso de su peso,
se busca la levedad de un vuelo más
hacia el centro del estrellado cielo negro.
Ganar tiempo a tiempo,
aunque ya no quede mucho
y el amanecer insinúe su claridad
con un silencioso estruendo
que suave sucede
en el estrecho espacio que dejan sus dos miradas,
en el ceñido abrazo de sus cuerpos.
WILCO

Jesus etc..





TRAFFIC

Medicated goo...




LOST

La quinta temporada de Lost apuesta fuerte por la confusión y la desubicación.

Pasado, presente y futuro confluyen en una única línea temporal en la que todo es posible. Tras los dos primeros capitulos el carajal cuántico es importante. Todo cambia. Se transforma. Aparece y desaparece...

Claramente, los guionistas apuestan por la física más moderna como fuente de inspiración con la que alimentar una historia sobre cuyo sentido hace mucho tiempo he dejado de preguntarme.

La isla es la isla...

Pero, y que conste, mis simpatías están con los que se han quedado. Si hay algún sitio del que uno no debería marcharse es de esa isla tan misteriosa.
UNA SERIE DE CATASTRÓFICAS DESDICHAS

Teniendo en cuenta lo que todas las semanas uno puede encontrarse en los cines, y comparando, "Una serie de catastróficas desdichas" debería suponer un encuentro agradable para el espectador.

Basada en una serie de libros para los adolescentes, la película nos cuenta la desdichada historia de los tres hermanos Baudelaire constantemente perseguidos por el malvado Conde Olaf que sólo anhela heredar la fortuna que los tres hijos huérfanos heredan a la muerte de sus padres.

Sin ser nada del otro mundo, la película se sigue con placer en todo momento.

La agradable voz del narrador puntúa con gusto e inteligencia una historia llena de giros y situaciones inesperadas resueltas con brillantez. Una serie de catastróficas desdichas entretiene incluso a aquellos a quiénes ya se les pasó el arroz de las historias para niños.

¡Qué mas se puede pedir! 

Siempre y cuando lo que uno busque sea ser entretenido..

viernes, abril 10, 2009

THE DIVINE COMEDY

National express....




THE VAPORS

Turning japanese...



ÚLTIMAS IMÁGENES DEL NAUFRAGIO

No está entre mis películas favoritas de Eliseo Subiela esta historia que, con maneras metafóricas, pretende ser piedra de toque y catarsis de la situación crítica a la que llegó la sociedad argentina a a finales de la década de los ochentas del siglo pasado.

Un escritor que quiere serlo se topa en una estación del metro de Buenos Aires con una hermosa y extraña mujer que le introducirá en los secretos de una no menos misteriosa familia que vive como fantasmas abandonados por el padre en medio de ninguna parte.

Como siempre en el cine de Eliseo Subiela hay imágenes sugerentes e ideas emocionantes, pero, y en esta ocasión, todo resulta demasiado inconexo, farragoso, difícil de seguir... como si al espectador (que soy yo) careciera de la suficiente competencia textual como para entender llamadas al entendimiento y a la emoción que quizá estén demasiado localizadas en un tiempo y en un lugar determinados y que no terminan de prender en el entendimiento con la necesaria intensidad.

Hay personajes muy arriesgados como el hermano que olvida palabras y habla sin ellas. Hay escenas como la del boliche que no terminan de funcionar o que resultan demasiado tópicas como aquella de la construcción del avión o que no terminan de encajar bien como todas las del Cristo descendido de la cruz... Pero el talento de Subiela encuentra ocasiones y lugares para manifestarse... El encuentro de los dos personajes principales reconociéndose en la intención de saltar a las vías del metro o el cansancio del Cristo descendido de la cruz que reniega de todos aquellos malvados a los que tiene que personar mientras le hinca el diente a un bocata de mortadela o el escritor escribiendo atracos que uno de los hermanos realiza en cuanto han sido escritos.

Como en casi todo Subiela, la tristeza ante un mundo en el que los personajes no se encuentran. Un mundo cruel que les niega, con la rácana lógica de la superviviencia en la cotidianidad, la trascendencia emocional y personal que buscan, está también presente en "Últimas imágenes del naufragio". 

Pero seguramente ese carácter catárquico que Subiela busca en esta película.... Convertir a sus personajes en reflejo de un estado de ánimo de toda una sociedad... No le viene bien al cine de Subiela. Un cine que es más una narrativa de las pequeñas cosas, que sucede en los márgenes descastados y perdidos, en los callejones olvidados de un mundo que se mueve en las avenidas amplias de otros valores y sentidos.

Desde la poesía, Subiela intenta construir un experimento parecido al que Ricardo Franco, y para España, desde el documental, consiguió realizar con "El desecanto".

La familia como metáfora de una sociedad sometida a los conflictos que los vaivenes del tiempo siempre producen.

El presente como desierta playa donde los seres, las emociones y los dicursos descansan abandonados sobre la arena... como restos de un naufragio.

jueves, abril 09, 2009

FIRST SNOW

De la mano de un medium, Jimmy Starks recibirá la mala noticia de que su tiempo se acaba, que el final llegará con las primeras nieves del invierno.

En un principio, Starks no lo tomará en serio, pero, y poco a poco, la convicción sobre la verdad de esa predicción irá creciendo en el cínico Starks dando a su vida un inevitable y copernicano giro.

First Snow es una de esas películas que prometen mucho más que ofrecen. El interesante comienzo va diluyéndose poco a poco, conforme la historia avanza, en el lugar común de una trama noir que termina resultando vacía, pura forma. 

Incluso, su no menos interesante planteamiento con reminiscencias egeas y clásicas acerca del destino y la imposibilidad de los humanos para escapar de su alargado brazo se queda en un simple enunciado, en un lugar común conceptual que intenta soportar con su patina de gran tema el transcurrir cada vez más convencional de la trama.

Y es que el tema del destino da para mucho más que para un simple cuadro psicológico de negación y aceptación con el paisaje plano y minimal de las desérticas llanuras de Nuevo Méjico como fondo.

Demasiado espacio para tan poca historia.

martes, abril 07, 2009

WILL PENNY

Roger Ebbert, el prestigioso critico cinematográfico norteamericano, distingue a la hora de hablar de esta hermosa película entre westerns y películas de vaqueros. 

Nunca había caído, pero me parece una distinción interesante.

Películas como Los desbravadores, Junior Bonner, The misfits, The lusty men o más recientemente Brokeback Mountain inciden sobre un aspecto específico asociado al lejano Oeste norteamericano y que tiene que ver con el choque entre dos modos de vida: El transhumante de los cowboys y el sedentario de agricultores y comerciantes.

Al final, esta física y metafísica del eterno viajero, con sus ventajas e inconvenientes, con su ausencia de compromiso con un lugar concreto del inmenso espacio bajo el cielo azul confiere a este género una acusada personalidad y justifica hasta cierto punto su diferenciación.

Dirigida por el olvidado y magnífico Tom Gries en 1968, Will Penny es un magnífico ejemplo de película de vaqueros con todo el discurso melancólico de desarraigo, de paso del tiempo sobre un estilo de vida que, conforme el oeste se civiliza, va perdiendo su protagonismo al mismo tiempo que entra en contradicción con el modo sedentario de los agricultores y comerciantes, un modo que introduce palabras nuevas como tiempo y futuro.

Seguramente, westerns como Centauros del desierto, El jinete pálido, Raíces profundas oDuelo en la alta sierra obtienen toda su intensidad poética de ese discurso basado en el viaje y el instante.

Will Penny, como escribo, es una perfecta muestra de esa colisión entre dos mundos, del sinsentido de un imposible encuentro que encuentra su evidente encarnación en la trama romántica que sustenta la película, una trama narrada con inusual sensibilidad hasta el emotivo y brillante final.

Hay westerns épicos, pero también westerns melancólicos que extraen toda su poesía de estos seres que, y aunque los tiempos no cambien, deciden no cambiar.



"Now it seems to me, some fine things
Have been laid upon your table
But you only want the ones that you cant get"

Sólo lo que consigo se puede llevar... Y su inmediata e inevitable consecuencia: el "todo" siempre queda atrás.

Imprescindible.

lunes, abril 06, 2009

KASEY CHAMBERS

The captain...




La situación está muy complicada para Zapatero, tanto que los presumibles cambios en el consejo de ministros huelen a la desesperada necesidad de rodearse de los más fieles en los últimos instantes de la batalla final.
Se dice que en Little Big Horn, el general Custer fue mortalmente herido de un balazo en el costado en los primeros momentos del combate. Alrededor de su cadáver se encontraron los cuerpos de la mayoría de los oficiales del regimiento que descabalgaron y rodearon a su general. Todos murieron junto a él intentando auxiliarle. La posición del regimiento se constituyó por unos instantes en torno al agonizante mando antes de la desbandada final en que todos fueron muertos intentando escapar.
Elena Salgado, José Blanco, ... Rodearse de los más fieles en el último momento, en la última batalla... la de la financiación autonómica que permita a Zapatero algún apoyo nacionalista que le permita una cierta estabilidad legislativa para el 2010.
Ganar tiempo al tiempo.
Dar espacio a que la esperanza de que las buenas señales sucedan se convierta en algo más real.
Ese es el objetivo.
No hay otro.
Nuestros políticos son así.
PIGEONHED

Battle flag....




domingo, abril 05, 2009

SAM BROWN

Feel like going home...




COLD MOUNTAIN

Es una pena que Anthony Minghella haya desaparecido tan pronto. Aún podría habernos dado alguna muestra más de su talento lleno de sensibilidad para contarnos historias. Sus historias. Relatos en los que sus protagonistas viven perdidos en el interminable laberinto de sus propias emociones, de sus propios conflictos consigo mismos y con un mundo que como no puede ser de otra forma se esfuerza en negarles lo que más necesitan.

Y no hay mejor escenario para perder... y quizá terminar encontrando, que la catastrofe de una guerra.

En este sentido, Minghella utiliza el paisaje de la guerra civil norteamericana, la historia de "Cold Mountain", para situar a sus personajes ante el mayor de los retos, el de mantenerse fieles a si mismos, a sus certezas y a sus dudas en un momento en que lo más fácil pudiera ser cambiar, dejar que el corazón se endurezca con el contacto de los desastres de la guerra y terminar siendo infieles a las propias emociones. 

Endurecerse, volverse escéptico y cínico con la excusa de no volver a ser heridos por unos tiempos que están hechos para herir. Pero este no es el caso, y aunque les cueste vida y hacienda, Inman (Jude Law) y Ada (Nicole Kidman) se mantienen fieles a la único hermoso que tienen y que está dentro de ellos mismos.

Y de algún modo se mantienen intactos.

De alguna manera el horror que les rodea no puede alcanzarles en el lugar más profundo e intimo donde por propia voluntad han decidido confinarse.

Son absolutamente románticos.

Asumen el riesgo de convertir la realidad en una variable dependiente.
INOLVIDABLE

Trainspotting


"It's SHITE being Scottish! We're the lowest of the low. The scum of the fucking Earth! The most wretched, miserable, servile, pathetic trash that was ever shat into civilization. Some hate the English. I don't. They're just wankers. We, on the other hand, are COLONIZED by wankers. Can't even find a decent culture to be colonized BY. We're ruled by effete assholes. It's a SHITE state of affairs to be in, Tommy, and ALL the fresh air in the world won't make any fucking difference!"
CROSBY, STILLS & NASH

Marrakesh express...












SOLARIS

La mayor preocupación del director ruso Andrei Tarkowski está, a mi entender, en la enorme distancia que separa al hombre de una verdad sobre si mismo que se encuentra escondida en algún lugar más o menos accesible de su interior.

Del mismo modo que en Stalker, Tarkowski intenta recorrer, en Solaris, esa inmensa distancia y para ello utiliza como vehículo la ciencia ficción, el perfecto lugar para presentar con toda impunidad arriesgadas metáforas de nuestra condición presente.

Si en "Stalker" era la repentina aparición de una extraña zona en cuyo centro una no menos extraña habitación proporcionaba a quienes la visitaban la realización de sus deseos, en "Solaris" se trata de un misterioso planeta maritimo que en realidad es una inmensa inteligencia que utiliza como vehiculo para ponerse en contacto con los humanos que le estudian la encarnación de las imágenes que están presentes en sus mentes.

En ambos casos, el resultado es dramático.

La visión de la propia verdad libre de espejismos es una prueba terrible para quién vive entre el remordimiento y la mentira como improvisado parcheo de un alma que por encima de todo se propone continuar adelante mientras el tiempo nos aguante... pero esa verdad, en "Solaris", no deja de ser otra mentira. Las personas que de pronto aparecen son meras imágenes impulsadas por una voluntad que la utiliza como instrumentos táctiles que pretenden establecer un contacto.

Su efecto es letal sobre los humanos que las encuentran por los pasillos de la estación de investigación.

La imposible posibilidad de una segunda oportunidad se ofrece como un tentador veneno que les termina consumiendo... hasta que "Solaris" entiende la fragilidad consustancial de los seres humanos que le observan y, en un emocionante final, ofrece a Kris Kelvin, el protagonista, el consuelo de un eterno espejismo de paz sobre su cambiante y proteica superficie.

La dacha, su padre y un abrazo negado durante años que en "Solaris" será para siempre.

ACTA

I
Es una buena decisión
la de salir de aquí.

Las cadenas rechinan
como dientes.

No a cualquier precio,
por cualquier cosa,
pero es una buena decisión
la de salir de aquí.

Uno no debe conformarse
con cualquier cosa...
y termina convirtiéndose en un cualquiera.

Nadie me habla,
nadie me mira.

No existo
y puedo observarles 
en su falta de paz.

Así debía haber sido yo,
cuando nadie me miraba.

Es mi retrato de un pasado muy reciente.

Tengo que disfrutar la tristeza de su visión
mientras dura.
Abro mis ojos como una boca hambrienta.

II
Tomo notas.

Enfoque emic.

Observo.

Todas las manos delatan,
reflejan como un espejo
la tensión subyacente de la situación.

Manos que manosean,
que constantemente repiten el mismo gesto
pequeño y puntual,
como una silenciosa y mínima explosión de tensión.

Iniciando y terminando,
constantemente.

III
Las responsabilidades vuelan como cuchillos.

Desesperados combates a muerte
por un instante de razón y legitimidad.

Se habla alrededor de ellos,
de sus trayectorias.

Se buscan pechos donde clavarlos
tras arrancarlos del propio.