Si no hubiese escuchado todo ese mar de fondo en redes sociales contra la película, seguramente que me hubiese parecido peor película de lo que me ha parecido.
En este caso, el traicionero juego de las expectativas ha jugado en favor de "Suicide Squad" y lo ha hecho en en el sentido de que no me parece ni mejor ni peor que la gran mayoría de productos que Hollywood está sacando con el mundo del comic como argumento.
Como en casi todas abunda la cantidad, la acumulación de personajes, disparos, explosiones sobre la calidad, buscando sin duda sepultar al espectador bajo una cascada de luces y sonidos en la mejor línea de las atracciones circenses.
Como si se tratase de una marisquería de polígono, la historia se sirve rebosando la bandeja de la pantalla
Pero detrás de todo ese ruido narrativo, de toda esa furia visual apenas hay nada.
Argumentos nimios en los que el bien lucha contra el mal casi por obligación administrativa, porque el bien es el bien y el mal es el mal; argumentos básicos que sirven de base al principal atractivo de este tipo de historias: la generación táctica de personajes con gancho y la interacción entre ellos.
Y si no fuera por Margot Robbie dando vida con talento al personaje de Harley Quinn el panorama sería mucho peor, porque tampoco ese que el resto de los personajes, su personalidad y sus motivaciones sean fascinantes, cuando no resultan estupidamente previsibles.
El resultado en cualquier caso no es demasiado bueno.
Podríamos hablar de desequilibrado en general y aburrido por momentos
"Suicide Squad" resulta demasiado morosa en el planteamiento, llegando incluso a resultar aburrida con el tratamiento tan grandilocuente que da a la previsible de su trama, para luego presentar el desenlace de manera acelerada, casi descuidada, en cualquier caso, y como todas las prisas poco sexy.
Algo así como el niño que se pasa media tarde colocando los soldaditos sobre un campo de batalla cuidadosamente diseñado, para luego resolver la batalla en cinco minutos derribandolos a manotazos.
Y exactamente es eso lo que sucede en la pantalla.
En lugar de ser cinematográfico y presentar a los personajes a través de la propia acción, el guión opta por complicar la trama con subtramas que únicamente se justifican por la necesidad de presentar la tonelada de personajes que componen la escuadra.
Y esto no es una buena idea porque descuenta valor a la historia ya que lo que se añade de un lado debe quitarse de otro y ese otro es la supuesta razón que une a los personajes que se han presentando tan cuidadosamente al espectador.
Para semejante viaje no hacían falta tantas alforjas.
Y al final uno se queda como pidiendo más y no porque lo haya disfrutado sino porque la propia coherencia interna del relato, la complejidad de su planteamiento y exposición, demandaban un desenlace menos sumario, que concediese más valor al malvado antagonista, aspecto fundamental de cualquier película de este tipo y que, de manera sorprendente y suicida (je, je, je), "Suicide Squad" no tiene en cuenta.
En este sentido, la película intenta ser innovadora por el camino estúpido, es decir, haciendo algo que nadie hace no por otra razón diferente a no ser una buena idea.
Porque lo mismo les hubiera dado montar todo este lío para rescatar a un gatito que no sabe bajar de un árbol que montar todo este comando suicida para eliminar a un antagonista quizá más adecuado para los cazafantasmas
Resumiendo, "Suicide Squad" no puede superar las insuficiencias de un guión torpe y erróneamente estructurado, pese a algún momento bueno que ya sería delito que no tuviera con todo lo que ha costado.
Y como escribo la mayoría de ellos tienen que ver con Harley Quinn, el único personaje realmente interesante de esta "Suicide Squad" porque además no es que tampoco brille mucho el desarrollo de ese guión en cuanto a diálogos y perfilado de los personajes.
No señor.
Prometía mucho, "Suicide Squad".
La campaña comercial ha sido mucho mejor que el producto que se promocionaba.
Decepcionante.
En este caso, el traicionero juego de las expectativas ha jugado en favor de "Suicide Squad" y lo ha hecho en en el sentido de que no me parece ni mejor ni peor que la gran mayoría de productos que Hollywood está sacando con el mundo del comic como argumento.
Como en casi todas abunda la cantidad, la acumulación de personajes, disparos, explosiones sobre la calidad, buscando sin duda sepultar al espectador bajo una cascada de luces y sonidos en la mejor línea de las atracciones circenses.
Como si se tratase de una marisquería de polígono, la historia se sirve rebosando la bandeja de la pantalla
Pero detrás de todo ese ruido narrativo, de toda esa furia visual apenas hay nada.
Argumentos nimios en los que el bien lucha contra el mal casi por obligación administrativa, porque el bien es el bien y el mal es el mal; argumentos básicos que sirven de base al principal atractivo de este tipo de historias: la generación táctica de personajes con gancho y la interacción entre ellos.
Y si no fuera por Margot Robbie dando vida con talento al personaje de Harley Quinn el panorama sería mucho peor, porque tampoco ese que el resto de los personajes, su personalidad y sus motivaciones sean fascinantes, cuando no resultan estupidamente previsibles.
El resultado en cualquier caso no es demasiado bueno.
Podríamos hablar de desequilibrado en general y aburrido por momentos
"Suicide Squad" resulta demasiado morosa en el planteamiento, llegando incluso a resultar aburrida con el tratamiento tan grandilocuente que da a la previsible de su trama, para luego presentar el desenlace de manera acelerada, casi descuidada, en cualquier caso, y como todas las prisas poco sexy.
Algo así como el niño que se pasa media tarde colocando los soldaditos sobre un campo de batalla cuidadosamente diseñado, para luego resolver la batalla en cinco minutos derribandolos a manotazos.
Y exactamente es eso lo que sucede en la pantalla.
En lugar de ser cinematográfico y presentar a los personajes a través de la propia acción, el guión opta por complicar la trama con subtramas que únicamente se justifican por la necesidad de presentar la tonelada de personajes que componen la escuadra.
Y esto no es una buena idea porque descuenta valor a la historia ya que lo que se añade de un lado debe quitarse de otro y ese otro es la supuesta razón que une a los personajes que se han presentando tan cuidadosamente al espectador.
Para semejante viaje no hacían falta tantas alforjas.
Y al final uno se queda como pidiendo más y no porque lo haya disfrutado sino porque la propia coherencia interna del relato, la complejidad de su planteamiento y exposición, demandaban un desenlace menos sumario, que concediese más valor al malvado antagonista, aspecto fundamental de cualquier película de este tipo y que, de manera sorprendente y suicida (je, je, je), "Suicide Squad" no tiene en cuenta.
En este sentido, la película intenta ser innovadora por el camino estúpido, es decir, haciendo algo que nadie hace no por otra razón diferente a no ser una buena idea.
Porque lo mismo les hubiera dado montar todo este lío para rescatar a un gatito que no sabe bajar de un árbol que montar todo este comando suicida para eliminar a un antagonista quizá más adecuado para los cazafantasmas
Resumiendo, "Suicide Squad" no puede superar las insuficiencias de un guión torpe y erróneamente estructurado, pese a algún momento bueno que ya sería delito que no tuviera con todo lo que ha costado.
Y como escribo la mayoría de ellos tienen que ver con Harley Quinn, el único personaje realmente interesante de esta "Suicide Squad" porque además no es que tampoco brille mucho el desarrollo de ese guión en cuanto a diálogos y perfilado de los personajes.
No señor.
Prometía mucho, "Suicide Squad".
La campaña comercial ha sido mucho mejor que el producto que se promocionaba.
Decepcionante.
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