
1408 Uno de los temas más complicados a la hora de contar una historia es encontrar un desenlace que esté a la altura del planteamiento de la misma. Lo difícil (aunque lo sea) no es comenzar una historia sino terminarla, mantener la atención del espectador hasta el final y de esta virtud adolece en grandes cantidades "1408" la nueva película basada en otro relato de Stephen King. Durante la primera mitad, antes de que un previsible infierno se desencadene sobre el escéptico y descreído Mike Enslin (John Cusack), la historia funciona con eficacia. Uno tiene la sensación de que va a asustarse mucho, pero pasados dos o tres "sustos" el relato abandona los rápidos de las emociones fuertes para desembocar en la calma chicha de un inmenso mar de situaciones previsibles, que no están en absoluto a la altura de las espectativas generadas por la misma historia. Al final, la lucha por la cordura que libra la perdida alma de Enslin deja de interesar por vulgar y sensiblera. L...