"El ser humano no tiene otra vocación que recibir, preservar, perpetuar y engendrar el sentido. Concretamente, ésto significa que en lo esnecial es y debe seguir siendo el servivo hablante, el animal simbólico."
"La única respuesta digna del hombre al problema -al sufrimiento, a la finitud- de su condición es permanecer esencialmente simbólico. El problema de la humanidad es un interrogante que se la dirige. Interpela prioritariamente y en última instancia a su poder decir, no a su poder hacer. La solución al problema es la articulación de una respuesta, que es lenguaje y que atribuye un sentido. Esta respuesta nunca es definitiva. La busca del sentido es infinita."
(La hermenéutica filosófica, Gilbert Hottois. Historia de la filosofía, del Renacimiento a la posmodernidad)
No hay una respuesta verdadera, sólo intolerantes que temen estar equivocados. La gran lección que debemos aprender de los humanistas renacentistas es la tolerancia.
La conciencia de las propias limitaciones, la incapacidad de encontrar un respuesta correcta y verdadera convertida en tolerancia hacia las opiniones del otro.
El racionalismo es la cuarta religión monoteísta.
Descartes fue su profeta.
Lo irracional que llevamos dentro siempre termina pudiendonos.
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