PÁJAROS DE PAPEL
Combinando una serie de lugares comunes del cine español (cómicos, guerra civil, franquismo y exilio) e inspirándose en el lacrimógeno espíritu del cine de Giuseppe Tornatore, "Pájaros de papel" es un melodrama de corte clásico bastante aceptable.
La historia que se nos cuenta es la del huérfano Miguel y la de sus dos padres adoptivos, Jorge (Imanol Arias) y Enrique (Lluis Homar), artistas de vodevil que luchan por sobrevivir en la España de la década de los cuarentas, recién terminada la guerra civil. Ambos tienen cualidades, activismo político y homosexualidad respectivamente, que les convierten en proscritos en una España en la que el músculo de los vencedores está bien afinado. Los dos acogerán a Miguel como una manera de diversificar su oferta profesional buscando mejores oportunidades en un momento en el que estas escasean..
"Pájaros de papel" no es nada del otro mundo y en muchas ocasiones resultan evidentes los costurones del frankenstein narrativo que el director y guionista, Emilio Aragón, construye con razonable acierto. Y lo hace buscando inscribir su historia dentro de la seguridad de las claves del género al que la historia apunta. Olvidando la política y centrándose en ciertas ocasiones emocionante un relato de superación, esfuerzo y salvación que entrará por los ojos del niño Miguel, convirtiéndose en ejemplo inspirador de su vida posterior.
Los fantasmas de clásicos como "Cómicos", "El viaje a ninguna parte" o "Cinema paradiso" se transparentan a lo largo de su transcurrir convirtiéndose en puntos de apoyo intertextuales sobre los que la historia, bastante convencional, se apoya y extrae la energía suficiente como para sobrevivir en los ojos del espectador.
Y supongo que la falta de pretensiones e imposturas, la naturalidad y la respetuosa evocación de esquemas y formas narrativas hace que uno no encuentre nada demasiado malo en la coincidencia.
Aceptable.