Rodada en 1943, "Vida y muerte del Coronel Blimp" es otra de las brillantes contribuciones del genial duo creativo formado por Michael Powell y Emeric Pressburger al cine británico en su esfuerzo por aportar su granito de arena al esfuerzo bélico de los británicos durante la II Guerra Mundial.
Mi favorita es "Los Invasores" de la que escribí no hace demasiado tiempo en este blog, pero esta "Vida y muerte del Coronel Blimp".
Si algo caracteriza al cine de Powell y Pressburger es la inteligencia a la hora de la construcción de los relatos, una inteligencia que además siempre va acompañada del acierto en la traslación de la idea a la realidad, un acierto que siempre va acompañado de un talento visual para la construcción de imágenes de primer orden.
Para mi gusto Powell y Pressburger son dos grandes del cine y su "Vida y muerte del Coronel Blimp" un ejemplo más de esa grandeza.
Con una duración de más de dos horas y media, algo muy poco usual para los estándares de la época y generalmente reservado a la épica de las grandes historias, esta película realiza un alarde de inteligencia y sensibilidad para hacer grandeza de lo pequeño.
La historia se desarrolla en los cuarenta años que van desde el principio del siglo XX a una época contemporánea a la Batalla de Inglaterra durante la II Guerra Mundial y nos cuenta la entrañable relación de amistad entre un militar británico Clive Candy (Roger Livesey) y un militar prusiano Theo Kretschmar-Schuldorff.
Se enamorarán de la misma mujer, se enfrentarán durante la I Guerra Mundial, envejecerán, generando una suerte de atmósfera emocional en la que el espectador ya al final de la película sentirá la misma nostalgia que ellos sienten por un pasado definitivamente pasado.
Para mi este es el gran poder de "Vida y muerte del Coronel Blimp", un poder que la hace una de esas películas inolvidables de las que tanto hablo.
En este sentido, se trata de un texto en el que lo narrativo termina siendo superado y trascendido por lo emocional que se convierte en una brecha por la que se expresan emociones muy poéticas relacionados con la nostalgia y el paso del tiempo.
Así, uno tiene la sensación que raras veces de produce en el cine de estar ante la presentación de la vida misma
Por otro lado, "Vida y muerte del Coronel Blimp" cumple su labor dentro del esfuerzo de guerra vehiculando las mejores virtudes de lo británico encarnadas por Clive Candy, su personaje principal. Y en este sentido se ejecuta una triunfo de lo británico sobre la prusiano en el que no se derrama apenas sangre (sólo la del duelo que pone en contacto a Candy con Kretschmar) y que se resuelve con la admirada amistada que al final de todo, el prusiano siente por el británico.
Así, "Vida y muerte del Coronel Blimp" resuelve la victoria de los británicos en el ámbito intangible de los valores y maneras de ser porque el personaje de Candy entronca con toda esa corriente victoriana de lo británico que contaría Kipling de manera hermosa.
Desde lo ideológico, hay siempre una superioridad moral de Candy sobre el prusiano, tanto en la victoria (cuando le acoge como prisionero de guerra) como en la derrota (cuando acepta de buen grado que la mujer que ama se vaya con el prusiano); un espectáculo que tiene al prusiano reservada la grandeza de terminar reconociendo la superioridad de esa manera de ser y entender la vida.
Una manera elegante de librar, de ganar o perder, las guerras de la que soy muy partidario.
Pero la magia de esta pelicula no sería posible sin el talento de los actores que interpretan ambos personajes, Anton Walbrook y Roger Livesey. Ambos son habituales del cine de Powell y Pressburger y demuestran aqui que por algo lo son.
En definitiva, y aunque no sea mi favorita, "Vvida y muerte del Coronel Blimp" es una obra maestra.
Mi favorita es "Los Invasores" de la que escribí no hace demasiado tiempo en este blog, pero esta "Vida y muerte del Coronel Blimp".
Si algo caracteriza al cine de Powell y Pressburger es la inteligencia a la hora de la construcción de los relatos, una inteligencia que además siempre va acompañada del acierto en la traslación de la idea a la realidad, un acierto que siempre va acompañado de un talento visual para la construcción de imágenes de primer orden.
Para mi gusto Powell y Pressburger son dos grandes del cine y su "Vida y muerte del Coronel Blimp" un ejemplo más de esa grandeza.
Con una duración de más de dos horas y media, algo muy poco usual para los estándares de la época y generalmente reservado a la épica de las grandes historias, esta película realiza un alarde de inteligencia y sensibilidad para hacer grandeza de lo pequeño.
La historia se desarrolla en los cuarenta años que van desde el principio del siglo XX a una época contemporánea a la Batalla de Inglaterra durante la II Guerra Mundial y nos cuenta la entrañable relación de amistad entre un militar británico Clive Candy (Roger Livesey) y un militar prusiano Theo Kretschmar-Schuldorff.
Se enamorarán de la misma mujer, se enfrentarán durante la I Guerra Mundial, envejecerán, generando una suerte de atmósfera emocional en la que el espectador ya al final de la película sentirá la misma nostalgia que ellos sienten por un pasado definitivamente pasado.
Para mi este es el gran poder de "Vida y muerte del Coronel Blimp", un poder que la hace una de esas películas inolvidables de las que tanto hablo.
En este sentido, se trata de un texto en el que lo narrativo termina siendo superado y trascendido por lo emocional que se convierte en una brecha por la que se expresan emociones muy poéticas relacionados con la nostalgia y el paso del tiempo.
Así, uno tiene la sensación que raras veces de produce en el cine de estar ante la presentación de la vida misma
Por otro lado, "Vida y muerte del Coronel Blimp" cumple su labor dentro del esfuerzo de guerra vehiculando las mejores virtudes de lo británico encarnadas por Clive Candy, su personaje principal. Y en este sentido se ejecuta una triunfo de lo británico sobre la prusiano en el que no se derrama apenas sangre (sólo la del duelo que pone en contacto a Candy con Kretschmar) y que se resuelve con la admirada amistada que al final de todo, el prusiano siente por el británico.
Así, "Vida y muerte del Coronel Blimp" resuelve la victoria de los británicos en el ámbito intangible de los valores y maneras de ser porque el personaje de Candy entronca con toda esa corriente victoriana de lo británico que contaría Kipling de manera hermosa.
Desde lo ideológico, hay siempre una superioridad moral de Candy sobre el prusiano, tanto en la victoria (cuando le acoge como prisionero de guerra) como en la derrota (cuando acepta de buen grado que la mujer que ama se vaya con el prusiano); un espectáculo que tiene al prusiano reservada la grandeza de terminar reconociendo la superioridad de esa manera de ser y entender la vida.
Una manera elegante de librar, de ganar o perder, las guerras de la que soy muy partidario.
Pero la magia de esta pelicula no sería posible sin el talento de los actores que interpretan ambos personajes, Anton Walbrook y Roger Livesey. Ambos son habituales del cine de Powell y Pressburger y demuestran aqui que por algo lo son.
En definitiva, y aunque no sea mi favorita, "Vvida y muerte del Coronel Blimp" es una obra maestra.
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