Lo que uno puede sentir mientras escucha al viejo Townes Van Zandt, uno de los más grandes compositores de canciones tristes que hayan existido nunca, no es fácilmente descriptible. Quizás, porque el lenguaje del corazón se habla en silencio. No se... Lo único cierto es que todas y cada una de sus maravillosas e implacables canciones 'de bajón' son preciosas joyas que adornan la corona de espinas que dia a dia la vida a todos nos va poniendo implacable.
Me gustaría que todos le conocierais y, sobre todo, le escucharais.
Hijo de una familia dedicada al negocio del petróleo, su adolescencia fue un cúmulo de rebeliones y huidas de casa, así como un constante entrar y salir de instituciones mentales para tratar sus problemas de esquizofrenia y depresión crónica. Como años mas tarde contaría, "no puedo encontrar una causa," a lo que Townes llamaría unos repentinos estados de "pérdida total de sentido y motivación". Estos ataques le sumergían en un espiral de negra y prolongada depresión: "Tío, muchas veces mi depresión se volvía física, dolía tanto. Me destrozaba, me destrozaba el cerebro, todo mi cuerpo, hasta el punto que sujetaba mi cabeza y gritaba. Han habido veces que cogía mis manos y tenía la sensación, la estraña sensación que si tuviese una máquina y las pudiera cortar, todo estaría bien."
Fuera de cualquier apunte biográfico o musical, lo importante a mi entender de Townes van Zandt es que a través de su música ha sido capaz de pronunciar todas y cada una de las silabas de ese sentimiento llamado tristeza.
Su pronunciación es tan precisa que ni siquiera es necesario que penetres en su música y entiendas sus terribles letras. Simplemente, puedes quedarte fuera, sentado en el porche de tu desconcierto, mientras tus ilusiones atardecen, balanceandote con incierto compas en una chirriante mecedora y dejar que tu tristeza se vista con la suya.
Es mentira. Ni siquiera en esos momentos de garganta seca y espalda quebrada estamos solos.
Un ejemplo:
Tecumseh valley Lyrics
Townes Van Zandt
The name she gave was Caroline
daughter of a miner
her ways were free
it seemed to me
that sunshine walked beside her
She came from Spencer
across the hill
she said her pa had sent her
'cause the coal was low
and soon the snow
would turn the skies to winter
She said she'd come
to look for work
she was not seeking favors
and for a dime a day
and a place to stay
she'd turn those hands to labor
But the times were hard, Lord,
the jobs were few
all through Tecumseh valley
but she asked around
and a job she found
tending bar at Gypsy Sally's
She saved enough to get back home
when spring replaced the winter
but her dreams were denied
her pa had died
the word come down from Spencer
So she turned to whorin' out on the streets
with all the lust inside her
and it was many a man
returned again
to lay himself beside her
They found her down beneath the stairs
that led to Gypsy Sally's
in her hand when she died
was a note that cried
fare thee well... Tecumseh valley
The name she gave was Caroline
daughter of a miner
her ways were free
it seemed to me
that sunshine walked beside her
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