jueves, octubre 27, 2005

GRIPE AVIAR

Con toda la gente que vive en Asia, me parecen muy pocas las personas que durante este año han muerto infectadas por la gripe aviar y sin embargo éste es un tema que obsesiona, atemoriza y preocupa a nuestra opulenta sociedad (que vive dando la espalda a las gallinas).

Manejo mentalmente la cifra de 60 muertos y me parece muy pequeña comparada con los miles de millones de habitantes que pueblan Asia... Seguro que han muerto más personas atragantadas con costillas de "celdo" asadas con salsa Teriyaki y no por ello hemos dejado de pedirlas en los chinos.

Es cierto que el virus que ataca a los animales puede mutar y afectar al hombre, pero hay otro montón de seres minúsculos que están también dispuestos a mutar, por ejemplo, el anthrax... y es que estar vivo es un milagro.
La vida es un delicado equilibrio que constantemente está a punto de irse al traste.
Los peligros son múltiples y nos acechan por todas partes, como indios comanches.... pero, y centrándonos en el tema aviar, para que el virus mute tienen que darse unas cuantas circunstancias bastante excepcionales. Circunstancias que por cierto aún no se han dado en sociedades compuestas por cientos de millones de personas. Sociedades caracterizadas por niveles más bajos de salubridad y cuya gran parte de integrantes convive con estos animales como si fueran de la familia... y todos sabemos que donde hay confianza da asco.

Esas circunstancias a las que me refiero tienen que ver con el hecho de que en un organismo humano infectado por el virus de la gripe normal se vea también infectado por el virus de la gripe aviar y además esos dos organismos tienen que conocerse y caerse bien, unirse en santo y mortal matrimonio.
Supongo que habrá más elementos a tener en cuenta.
Supongo que en alguna parte tiene que existir un blog sobre la Gripe Aviar llamado quizas "Chicken Kills" con más y mejor información.

Puede que algún día mute y todos nos veamos obligados a jugar nuestra personal partida de ajedrez con la muerte, pero quizá antes nos mate el estrés, los conservantes y colorantes, el tabaco, la velocidad, las viejas enfermedades de siempre, los compañeros de trabajo hijos de puta, el alcohol, el nuevo disco de la Kelly Family, el estatut, la radiación de los móviles, las fotografías robadas de Leticia Ortiz en el Hospital o, simplemente, el propio tiempo, que es la peor de las enfermedades.
Pero nadie habla del tiempo.
Sólo poetas y filósofos lo hacen y casi nadie los lee.

No hay comentarios:

Publicar un comentario