Me he dado cuenta de que no escribo historias.
He comprendido que sobre el papel filmo viejas películas de la Republic o la Monogram, pequeñas serie B que imagino en blanco y negro y que se suceden aceleradamente en mi imaginación sin vocación de trascendencia ni permanencia.
No hay metáforas escondidas ni secretos detrás de la puertas.
Sólo relato.

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