"¿No es acaso singular prueba de imperfección, el no poder asentar nuestro contento en cosa alguna, y el que, incluso por deseo o imaginación, esté fuera de nuestro alcance aquello que elegimos como que nos hace falta?"

(Montaigne)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasión o sumisión: lo que el fútbol argentino enseña al Atleti

La paradoja trágica de Charlie Kirk