miércoles, noviembre 26, 2008

Me gusta el concepto de horror cósmico.

Literalmente tiene que ver con la obra de Lovecraft y otros autores como Arthur Machen o August Derleth. Ese horror lo suscitan seres primigenios que habitan en las oscuridades que la razón no ilumina y que viven, acechantes, a la espera del momento de aparecer con su incomprensible y aterradora lógica destructora:

"Para introducirse en el universo de horror cósmico e insanas revelaciones de los Mitos, se puede comenzar con cualquiera de las múltiples recopilaciones existentes, pues todas ellas contienen obras de gran calidad. Auqnue vale la pena destacar un relato corto al cual se le podría considerar como insignia de los Mitos, su título es "La Llamada de Cthulhu", el cual es uno de los favoritos de los seguidores de la obra de H. P. Lovecraft, por su gran calidad. En el mismo aparece el Gran Cthulhu, un primigenio que duerme un sueño de eones en la ciudad sumergida de R´lyeh, y que sólo despertará cuando los astros estén en posición. Este relato es una referencia obligada al estudiar los Mitos, pues en él se habla de uno de los primigenios más conocidos, Cthulhu, una criatura de descomunal tamaño y maldad absoluta según los cánones humanos."

Los seres que inspiran ese horror se mueven en el terreno de lo subliminal, en lo inconsciente:

"lejos de buscar la emoción fácil con la aparición del monstruo, fantasma, aparición o entidad, en los Mitos de Cthulhu se hace uso de la sugestión, insinuando la existencia de horrores sin nombre, de seres que no deberían existir según las leyes de la naturaleza que el hombre conoce. Criaturas que no deberían ser, pero son y existen, pues el universo no sigue las mismas leyes que rigen al hombre e incluso la Tierra que el ser humano cree conocer tan bien, esconde secretos innombrables y ajenos. El hecho de que una persona deba aceptar la existencia de aquello que no debería ser, que el universo es ajeno y hostil, que todo aquello que se acepta por bueno y normal es falso, derrumba las creencias del investigador de los Mitos, provocando que su mente se quiebre y se hunda en las profundas simas de la locura, pues de esto es lo que hace uso el horror cósmico. Evita la aparición para ensalzar la insinuación de aquello que no debería existir, dejando a la mente del lector la posibilidad de dar forma ese horror, explotando los arquetipos del horror en lo más profundo de nuestro cerebro."

Universo ajeno y hóstil, horrores sin nombre, secretos innombrables y ajenos... El horror cósmico apela constantemente a lo innombrable y lo que no tiene nombre es tal porque está más allá del lenguaje, de lo racional. Vive en lo inconsciente. Es la destructora y tanática animalidad palpitante que constantemente amenaza el frágil esfuerzo de la razón por construir un sentido, por arrojar luz en un mundo lleno de azares que necesitamos transformar en causas para poder hacerlo nuestro.. porque si no podemos controlarlo, se convierte en un atemorizante misterio que nos domina y que termina por aniquilarnos aplastándonos con su absurda mecánica ciega.

Y el horror cósmico es ese corazón de las tinieblas del que habla Conrad en su memorable libro.

En las profundidades de las selvas del Congo habita ese monstruo, el nuestro, siempre dispuesto a devorarnos, a desposeernos de cuanto tenemos de humano para degradarnos a la condición de un animal más, pura pulsión descontrolada sin criterio, orden y concierto... aspectos que tienen que ver con la razón que necesita controlar toda esa energía para canalizarla en la construcción de un orden social y personal, de una estabilidad que permita la duración y la generación de un espacio donde los otros puedan existir sin ser utilizados ni consumidos.

2 comentarios:

  1. Impresionante artículo Carlos, has captado muy bien el significado del "horror cósmico". Se nota que estás familiarizado con la obra del misántropo de Providence.
    Lovecraft, tan denostado por algunos, supo plasmar la sensación de impotencia, de indefensión, del ser humano ante amenazas que van más allá de su comprensión. El hombre que apenas tiene una noción de lo que supone ese basto terror al que no sólo es inútil enfrentarse: cualquier acercamiento intelectual hacia él equivaldría a la locura.
    Yo titulé así el blog en parte como homenaje a ese maravilloso escritor de Nueva Inglaterra tantas veces denostado, pero que ha llegado a despertar el respeto de algunos respetados literatos, y la devoción de miles de lectores entre los que me encuentro. También quise utilizar el término con cierto sarcasmo: el horror cósmico como esa sensación que nos despierta la contemplación de algunas obras artísticas, o pretendidamente artísticas.
    En fin caballero, es un placer leer a una pluma tan instruida como la suya. Gracias Carlos.

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  2. El placer es mutuo, Manu.
    Por supuesto que me gusta Lovecraft... ¿Conoces a Arthur Machen? También mola.
    Y con respecto al horror cósmico, me gusta, sobre todo, la idea de que esa bestia está dentro de cada uno de nosotros, durmiendo, esperando despertar para destruirnos.

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