miércoles, abril 29, 2009

"Cuando faltaban dos minutos y Sudáfrica resistía con un 19 a 15, un francés de origen marroquí, tan enorme como Kobus Wiese, llamado Abdelatif Benazzi, pensó que había plantado el balón al otro lado de la línea, lo que habría supuesto el ensayo de la victoria. En lugar de ello, el árbitro concedió a los franceses una melé, los ocho jugadores más grandes de cada equipo enfrentados uno contra otro en formación de tortuga, a cuatro metros y medio de la línea sudafricana. Si los exhaustos Bleus empujaban a los exhaustos Springboks al otro lado de la línea, el partido estaría acabado. Francia estaría en la final. El torneo habría acabado para la Nación Arcoiris. Los Springboks estaban a punto de ir a asumir sus posiciones en la melé cuando Kobus Wiese, con sus 1,93 metros de estatura en la segunda fila de la sala de máquinas de la melé, lanzó un grito de guerra que espoleó a sus compañeros. Se dirigió a su mejor amigo, Balie Swart, el delantero base en la primera fila, y le dijo: Mira Balie, en esta melé no puedes retroceder. Puedes ir hacia delante, puedes ir hacia arriba, puedes ir hacia abajo o puedes caer ¡Pero no vas a retroceder!
Los Springboks no retrocedieron y Sudáfrica pasó a la final..."
(El factor humano, John Carlin)
 

2 comentarios:

  1. El Marqués de Portugal Este4:29 p. m.

    So... they won in the nothing game...

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  2. That was the game, my dear marquis. I think you should read the book. It's a very good book.

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