En algún momento, durante la película, todos los personajes principales de este "thriller" se miran al espejo. A veces les gusta, a veces no y casi siempre no saben qué están mirando... hasta que subitamente se descubren.
Estos momentos me parecen esenciales, porque Michael Clayton es una película sobre la conciencia, sobre el hecho de mirarse... y de repente ver.
Toda la relativamente compleja trama gira en torno al desagradable descubrimiento de uno mismo convertido en un otro, sobre la necesidad de dejar de ser y buscar otro camino en el que encontrarse en el espejo un reflejo más amable.
Las decisiones que vamos tomando a lo largo de nuestra vida quizá terminan apartándonos de aquel que debiéramos ser. Nos convierten en pequeños o grandes monstruos que un día se nos aparecen a la terrible luz de la implacable conciencia de uno mismo, de su deber ser.
Arthur Edens, un implacable abogado de Nueva York, sufre ese negro deslumbramiento cuando ya no puede soportar más el contacto con la verdad del mal que está haciendo. La empresa cuyos intereses ha venido defendiebdo durante años es responsable de un herbicida asesino.
Y por obra de ese descubrimiento, Edens, magnificamente interpretado por el estupendo Tom Wilkinson, empieza a ser disfuncional como peón en el geométrico tablero del juego de intereses que durante años ha venido jugando.
Para resolver las inconsistencias y vibraciones que el comportamiento de Edens empieza a producir, el bufete recurre a Michael Clayton (George Clooney), una especie de Señor Lobo que limpia, pule y abrillanta todos esos desordenes que se producen en la frontera entre el bien y el mal.
El descontrolado Edens se convertirá en un problema que Clayton no podrá manejar, porque la llamada a la conciencia que desesperadamente aquel le reclama encontrará, como no podía ser de otra forma, ecos de conformidad en la conciencia que Clayton tiene de su propia vida y de sí mismo.
"Michael Clayton" es una película de guionista, y se nota en la solidez de la historia y de los personajes.
Supone el debut como director de Tony Gilroy y el resultado es brillante.
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