Me gustan los personajes que tratan de tú a tú con su propia moral, que no se sienten inferiores a sus propias creencias y que siempre están dispuestos a contrastarlas porque es, en realidad, el mundo y la relación que tenemos con él lo que realmente importa... Y en este sentido, en el final de la segunda temporada de "Californication", Hank Moody se muestra tan especial y heterodoxo como debió mostrarse al final de la primera... Teniendo en sus manos todo aquello por lo que ha peleado, decide renunciar en el mismisimo umbral ante la existencia de un bien superior súbitamente detectado.
Llega el momento de cambiar, de tomar una decisión inesperada que, ante la nueva configuración de la realidad detectada, se descubre como la mejor a su entender. Y todo sin pestañear... como haría un auténtico y perfecto personaje de Peckinpah... aunque ello implique distancia y pérdida, pero lo primero siempre ha de ser lo primero.
A estas alturas de la película, y viendo lo que hay, nada hay más heterodoxo que asumir responsabilidades y consecuencias desde una propia moral de la que uno no es esclavo sino señor.
Mención especial merece Lew Ashby, el fantástico personaje que empieza y termina en esta segunda temporada, construido de la misma materia de la que está hecho Moddy y quizá siendo un espejo extremo de lo que Moody siempre está a punto de ser
Ahora Moody no está solo... Su cinismo sonriente puede verse en la sonriente desesperación de Ashby que parece tenerlo todo... pero sólo aparentemente...
It's all about her at the end of the day...
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