(Karl Marx)
La distancia que separa a la sociedad que somos de la sociedad que creemos ser es la misma distancia que separa a la vigilia del sueño y cuando el sueño no es una pesadilla se hace difícil, cuando no imposible, despertar.
Y así deviene la condición trágica de nuestro mundo sonámbulo, una cárcel construida con las cosas y las ideas más hermosas... o por lo menos sobre la fantasía de ser el lugar adecuado para tener una verdadera posibilidad de alcanzarlos.
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