"Conocí a un hombre sin corazón:
decían que los niños se lo habían arrancado
y se lo dieron a un lobo hambriento
que se lo llevó y desapareció.
Y los niños desaparecieron
y lejos huyó el lobo
y el hombre sin corazón
se tambaleaba como un borracho.
El otro día encontré a aquel hombre,
caminando con un grotesco orgullo,
su corazón restaurado y alegre su semblante:
a su lado el lobo caminaba dócilmente."
(Extraño poema.
El trueno más allá del Popocatépetl, Malcolm Lowry)
No hay comentarios:
Publicar un comentario