Entre su exitosa carrera en la televisión y su fracasada carrera cinematográfica como director, llena por otra parte de obras maestras, el genial Sam Peckinpah escribió "The glory guys".
La lucha de dos hombres, un capitán de caballería y un jefe de exploradores, por el amor de una mujer vertebra una sucesión de lugares comunes del western que Peckinpah presenta con profesionalidad, pero sin genialidad, limitándose a dar cuerpo a una historia sin pretensiones.
En el texto quién les escribe encuentra detalles del universo narrativo del genial director norteamericano incluyendo a un personaje que pronuncia la frase "Why not?", presente en todas sus películas, pero su mirada vespertina y perezosa se conforma con quedarse a las puertas de un análisis más profundo.
En cualquier caso, lo más curioso de la historia es que sin referirse directamente "The Glory guys" relata la versión más fidedigna desde el punto de vista histórico de la escaramuza que tuvo lugar cerca del río Little Big Horn, una leyenda del Oeste en la que -para variar- salen ganando los indios y en la que el 7º de caballería del General Custer fue masacrado por una coalición de tribus encabezada por los Sioux Lakotas de Toro Sentado.
Desde la perspectiva de la columna que sobrevivió, apenas cambiando los nombres y en lugares que recuerdan a los auténticos, Peckinpah nos cuenta la verdad, no la leyenda, situando a la película perfectamente dentro de su obra. He escrito bastante sobre Peckinpah en este blog, sobre su visión épica del ser humano en lucha constante con sus propias contradicciones, la mayoría de ellas inevitables, que conducen al fracaso y al error y que sólo dejan la posibilidad entre los mejores de una incierta posibilidad de expiación mientras se cabalga de manera enloquecida hacia un nuevo fracaso, hacia un nuevo error.
La visión de Peckinpah es nihilista, pero también poética y romántica, de lucha hasta el último aliento en contra de las propias limitaciones, como mariposas que revolotean alrededor de un enorme fuego por el que se sienten atraídas y que terminará consumiéndolas en el más atrevido de sus vuelos. Los héroes de Peckinpah siempre tienen un instante de grandeza para comprenderse un segundo antes de arder y también otro instante, aún más grande, en el que deciden seguir volando hacia la aniquilación.
Why not?
Y continuar probándose, chocando una y otra vez contra sus propios límites.
Nada de éso hay en esta película.
No hay genialidad en "The glory guys"... y quizá sea pedirle mucho, pero alguien tiene que pagar este exceso de lluvia que se derrama allá afuera, donde no alcanzan las ventanas.
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