"Desde un punto de vista filosófico, las implicaciones de la mecánica cuántica resultan sicodélicas. No sólo influimos en nuestra realidad sino que, en cierto grado, la creamos. Puesto que forma parte de la naturaleza de las cosas el que no podamos conocer al mismo tiempo el momento de una partícula y su posición, sino sólo una de las dos cosas, tenemos que elegir cuál de esas propiedades queremos determinar. Metafísicamente eso está muy cerca de la afirmación de que creamos ciertas propiedades porque elegimos medir esas propiedades. Dicho de otra forma, es posible que creemos algo que tiene posición, por ejemplo una partícula, porque intentamos determinar una posición. Y es imposible determinar una posición sin que haya alguna cosa que ocupe la posición que queremos determinar.
Los físicos cuánticos presentan preguntas como éstas: « ¿Existía una partícula con momento antes de que realizáramos el experimento para medir su momento?»; «¿Existía una partícula con posición antes de que realizáramos un experimento para medir su posición?», y «¿Existían las partículas antes de que nosotros pensáramos en ellas y las midiéramos?» « ¿Creamos nosotros las partículas con las que experimentamos?» Aunque esto suene increíble es una posibilidad admitida por muchos físicos."
(La danza de los maestros del Wu-Li, Gary Zukav)
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